El nombre de Vallecas

Por José Luis García Heras

Existen varias teorías sobre la etimología de Vallecas: Vallis Egas, Valle pequeño, Valle del Kas, Balluecas, Ballūt (Bellotas), Áreas (zonas) de Valle; tres de ellas difundidas con mayor éxito: Vallis Egas, Valle del Kas y Zonas de valle.

Zonas de valle es la hipótesis que nos parece más plausible. Federico Corriente Córdoba, prestigioso arabista y académico de la Real Academia, es el autor de la hipótesis Zonas de valle: «Tratándose de una zona como Madrid, parte de la taifa toledana, en que se habló romance andalusí hasta el siglo XII, no es descabellado pensar que se aplicó el sufijo atributivo {+áyko/a} al reflejo hispánico del latín vallis, o sea, báll, en plural femenino: balláykas, zonas de valle, después castellanizado como Vallecas».
Teorías con menos fundamento son Vallis Egas y Valle de Kas, fruto esta de una leyenda que, sin embargo, todavía se sigue difundiendo.

Vallis Egas
La hipótesis se debe a Juan Antonio Pellicer (1803): «Vallecas, situado en un valle, parece que se deriva de Vallis Egas, Valle de Egas, y de ahí Vallecas». La teoría se ha atribuido erróneamente a Fernández de los Ríos, quien afirma que el ‘Camino de Valencia’ conduce a Vallecas, Vallis Egas, nombre del que en el valle era dueño de una alquería. El camino se convierte en carretera de Valencia al salir del recinto» (‘Guía de Madrid’, 1876). Seguramente, Ángel Fernández de los Ríos tomaría la teoría de Vallis Egas de Pellicer.

Valle-kas
Andrés Marín Pérez, en ‘Guía de Madrid y su provincia’ (1888), escribe: «Durante la Reconquista un intrépido árabe llamado Kas tomó el hermoso valle que había donde hoy se halla Vallecas, en el cual edificó una casa que todavía subsiste, mal reedificada, con el nombre de Pajeros, varias chozas para los pastores y algunos rediles para sus ganados.
Al ser expulsados los árabes de Castilla, hubo de abandonar el Kas sus tierras, dirigiéndose con toda su gente al reino de Granada. Al salir Kas, se posesionaron de su valle, de su casa y de sus chozas varios vecinos de Torrepedrosa, denominado así por la torre de piedra que allí edificaron los árabes. Estos nuevos pobladores llamaron a la zona Valle-Kas.

Pasado el tiempo, los ortógrafos pensaron que era poco decoroso escribir Kas con K teniendo la C española. Y se comenzó a escribir Vallecas, ya sin guion.
Federico Iglesia, en su ‘Guía descriptiva de Vallecas 1929’, se hace eco del relato de Andrés Martín e identifica la calle de Pajeros con Biencinto, en la Villa, entre las calles de Pinto (pues conducía a dicha localidad) y Real de Madrid. La calle de Pinto es hoy Sierra de Palomeras y Biencinto es la actual Sierra Morena.

La leyenda del moro Kas pervive en el tiempo. En un artículo de ‘La Libertad, Vallecas, su pasado y su presente’ (9-1-1930), se escribe: «El Valle del Kas, así conocido este distrito en su antigüedad, contaba en 1900 con unos diez mil habitantes, en unas mil viviendas…». Años más tarde, la tradición sigue viva y en 1988 la citan Colorado y Castellano.

En la ‘Etimología de Vallecas’ (Matilde Fernández) se dice que la etimología (Valle-Kas), que descubre la autora en la obra de Colorado y Castellano, «ha sido aceptada por las clases populares, basándose en la consonancia y parecido de las palabras y no en un estudio riguroso. Esta etimología popular ha obtenido una total aceptación y difusión, aunque científicamente no hay modo de defenderla».

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