El mejor camino para prevenir la obesidad infantil

Por Concha Párraga, Marisa Gascón y Patricia Carlavilla, enfermeras de los CS Campo de la Paloma y Ángela Uriarte, y del Servicio Móvil Madrid Positivo

La obesidad infantil es un problema de salud pública muy importante en el primer mundo y en España. Este sobrepeso proviene por un claro desequilibrio entre la ingesta (esto es, lo que comemos) y el gasto calórico (lo que gastamos moviéndonos), que viene generado por condicionantes genéticos y metabólicos, pero, sobre todo, por determinantes sociales, culturales y de comportamiento. Estos últimos son muy importantes para determinar cómo nuestros niños y niñas abordan la alimentación hoy y en su futuro.

Los menores aprenden de los adultos y nuestro comportamiento va a determinar el suyo. Por eso es muy importante que seamos el mejor espejo, y enseñarles a comer de modo consciente y de forma equilibrada debería ser un objetivo muy importante en nuestro modo de abordar la crianza.

¿Cómo puedo pedir a mi hijo o a mi hija que no coma ciertas cosas o que lo haga de muy de tarde en tarde si esos alimentos forman parte de mi dieta diaria? O, ¿cómo puedo yo pedir a un niño o a una niña que inicie el camino del cambio hacia una comida saludable cuando los progenitores utilizan la comida basura como premio?
Debemos reflexionar sobre ello. Comer es mucho más que quitar la sensación de hambre. Comer es nutrir. Y nutrir es dar a nuestro cuerpo lo que necesita para su buen funcionamiento.

Lo que todos los padres queremos para nuestros hijos e hijas es que crezcan con una buena salud y que esta sea duradera. Y para eso tenemos que invertir tiempo y esfuerzo igual que lo hacemos en otros ámbitos educativos. Todos sabemos lo que comemos en nuestras casas. Por tanto, ¿qué debo hacer para proporcionar a mi hijo e hija salud hoy y para el futuro? ¿comida basura o comida con calidad nutricional?

Calidad nutricional

Creo que todos sabemos la respuesta. Para que una comida sea de calidad nutricional no tiene porqué ser la más cara del mundo. Es infinitamente más saludable un untable de garbanzos hecho por uno mismo que un trozo de bollería, aunque esta esté comprada en la pastelería más cara de Madrid.

Históricamente las mujeres hemos sido las suministradoras de la alimentación a nuestras familias. Hoy en día afortunadamente ya se han incorporado a esta tarea muchos hombres y qué mejor alimentación podemos ofrecer que la hecha con ingredientes saludables, con métodos de cocina saludables, con raciones lógicas para edad y gasto calórico, y con mucho, mucho amor.

Es en la edad infantil en la que se va a formar un organismo sano o menos sano, según lo que comamos. Y para ayudarnos en esto tenemos la mano de nuestra enfermera que nos orientará en este sentido.

Debemos de tener muy claro que los niños y adolescentes con sobrepeso tienen muchas más papeletas de tener sobrepeso y obesidad en edades tempranas adultas. Y de la mano de ese sobrepeso y obesidad pueden venir enfermedades como diabetes o enfermedades cardiovasculares. ¿Verdad que nadie desea eso para sus hijos?.

Pues venga, vamos a ello, vamos a iniciar un sendero de una sana alimentación para nuestros hijos e hijas.

Somos lo que comemos y lo que nos movemos. ¿Os dais cuenta que en la actualidad tenemos muchos niños y niñas que comen con mucha asiduidad comida basura y que su actividad lúdica fundamental está basada en las pantallas?. ¿Queremos eso?. ¿Verdad que no? …pues el cambio parte de nosotros, de los adultos, y desde ese punto de inflexión hacia el cambio, comenzarán a caminar hacia la salud de hoy y para el futuro.

Es muy importante la forma de preparar los alimentos y de cocinar. Evidentemente debemos espaciar mucho todos los fritos y rebozados e irnos a métodos de cocción sencillos, como es el horno, la plancha, la cocción, el vapor, ya que nos aportarán menos grasas a nuestra alimentación. No es lo mismo a nivel calórico tomar un pescado a la plancha que uno rebozado y frito.

Menús semanales

Organizar unos menús semanales nos puede ayudar a gestionar mucho mejor nuestra compra e incluso cocinar para tener platos más o menos casi elaborados para el día a día y no volvernos locos en qué voy a preparar de comer hoy. Muchos de vosotros dejáis a vuestros hijos e hijas en el comedor escolar y sabéis con anterioridad que comen al mediodía. Esto nos va a ayudar a planificar las cenas para que el balance nutricional de las 24 horas sea el apropiado para ellos. Todo es cuestión de planificación.
Comer es un placer, pero este placer no puede ser el inicio de una enfermedad en el futuro.

Comer con placer y disfrutar de la salud hoy, mañana y por muchos años es lo que buscamos invitándoos a ser conscientes en vuestra manera de alimentaros.

Eduquemos también en alimentación saludable como inversión en un futuro sano para nuestros hijos e hijas.
Para cualquier duda nutricional no dudéis en preguntar a vuestra enfermera.

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