En junio del próximo año hay convocadas elecciones al Parlamento Europeo. En mayo de 2015 están previstas elecciones municipales y autonómicas en la mayoría de las comunidades autónomas y elecciones generales al final de ese mismo año. En estas últimas semanas, desde diferentes organizaciones sociales, políticas, algunas asambleas del 15M, etc., está creciendo e intensificándose el debate electoral. Tal vez este debate del futuro político-electoral de los dos próximos años no deje de crecer según van pasando los meses. Llevamos más de 2 años en los que la lucha social en España, y también en Vallecas, se ha incrementado, se va haciendo cada vez más inteligente y se ha creado un momento psicosocial en el que pareciera que “todo es posible”.

A raíz de la última huelga general de noviembre del año pasado y de lo que ha venido sucediendo desde entonces, se hace evidente que el siguiente “gran paso” o “la gran batalla” que hemos de dar la gente común tiene que ver con lo “político-electoral”. ¿Sería posible echar a toda la “casta política corrupta” o al menos que “esta dictadura” reciba un duro golpe y que el inicio de una democracia real empiece a instalarse en el 2015 en España? Que este escenario se haga realidad o no, pareciera una cuestión de total relevancia en el momento actual. Ante esto surgen preguntas como las siguientes: ¿qué hemos de hacer los vecinos para que lo político y lo social cambie de verdad en nuestros barrios? ¿Qué hemos de hacer para “hacernos fuertes” en nuestros barrios?

En estos últimos años se están gestando nuevas formas organizativas desde la base social, nuevos ámbitos humanos desde la sensibilidad que ha aportado el 15M, que pueden ir creando un nuevo tejido social y a la vez irnos empoderando de los ámbitos políticos donde se toman las decisiones de importancia. Si todo este trabajo se va levantando desde ya y desde los barrios y ciudades en muchos lugares, ¿por qué no pensar que ese cambio, que todos anhelamos y que cada día es más imprescindible, se pueda hacer realidad? Tener en el norte la posibilidad de que ese cambio profundo y verdadero se haga realidad y emplazarnos los vecinos como protagonistas del mismo puede tener mucha relevancia a la hora de ponernos a reflexionar y trabajar duramente en ello. La situación social y personal lo requiere.