Por Juan Rodríguez
Un partido aseadito, de esos de estar firme en el campo y dejar que la mayor calidad del equipo de Primera se imponga con el discurrir de los minutos, es todo lo que necesitó el Rayo para ganar el encuentro al histórico Racing de Ferrol y pasar otra ronda de Copa del Rey.
La balanza se venció rápidamente del lado rayista cuando, recién empezado el encuentro, Luis Alfonso Espino García marcó el primero de la noche con un tiro de los de Oliver & Benji. De los que hubieran dejado a Benji con la silueta, más concretamente (Ed Warner era el de las estiradas, Benji era más rollo Zubizarreta, si veía que no llegaba al balón, hacía la estatua). Y es que el Pacha (a ver si te creías que “Luis Alfonso Espino García” era un chico de la cantera o un fichaje sorpresa del mercado de invierno) le pegó a la bola casi desde el salón de su casa y la puso en el desván de la de Yoel, el portero del Racing de Ferrol. Un golazo como una catedral y un chute de moral para el lateral zurdo del Rayo.
La lluvia seguía atronando en Ferrol, pero el Rayo no se inmutaba, fútbol control y que corran los minutos. Otro que no se achantó con la que estaba cayendo fue Bebé, el que fuera jugador de la franja y que se caracterizaba por pegarla desde Cuenca, un poco como el Pacha Espino, pero este en todos los partidos y desde todas partes. En este partido no iba a ser menos, y Bebé probó sus famosos zurriagazos en varias ocasiones. El bazoka, en esta ocasión, no tenía el punto de mira bien colocado y Cárdenas, titular para la Copa según la regla no escrita por la que los porteros suplentes juegan la Copa (¡hasta Casillas pasó por aquello!), no tuvo que esmerarse demasiado. Su compañero en la delantera del Racing de Ferrol, Dorrío, daba más guerra que él.
El Rayo se sacudió los intentos de revolverse del Racing de Ferrol con dos aguijonazos de un De Frutos que más que De Frutos era De Dulce. ¡Menudo jugador cuando se pone! Esta versión a medio camino entre Ferrán Torres (flecha) y Haaland (cabeceador) lleva tapada demasiado tiempo como para dejarlo pasar, así como así. ¿Para cuándo un De Frutos que rinda a este nivel que, sin lugar a dudas, puede alcanzar? ¡A ver si se lo traen los Reyes a toda la afición vallecana!
El partido echó el cierre con el gol del honor para los locales obra de Álvaro de un remate de cabeza que, más que con la cabeza, le pegó con el alma. El Rayo solventó el duelo con una suficiencia imposible de encontrar la temporada pasada, como ese De Frutos que no aparecía; en 2025 no solo aparece, sino que hace regalos a pares; al equipo y a sí mismo.
El próximo partido del Rayo es el viernes 10 de enero en casa contra el Celta de Vigo a las 21 horas.
El ranking:
El héroe del partido: De Frutos, que caracoleó, goleó, cabeceó y, básicamente, disfrutó de jugar al fútbol y nos hizo disfrutar con él.
El villano: La lluvia, que se cebó con los 22 señores que intentaban darle patadas a un balón. A ver si Elon Mask mueve un par de satélites y logra dar con la tecla para modificar el tiempo a voluntad (aunque, ahora que lo pienso, mejor que no).
El datito: James volvió a quedarse sin jugar (esta vez por una, ejem, “infección estomacal”), confirmando que su situación es sencillamente insostenible. Se habla de una rescisión inminente de su contrato. Veremos.
La pregunta: ¿Puede soñar el Rayo con llegar lejos en la Copa? En LaLiga lo está bordando, pero en Copa poco menos que pulveriza a los rivales.
Declaraciones:
Íñigo Pérez: «Ilusionados y contentos por pasar otra ronda más. Ganar siempre ayuda a impulsarte. Muchas gracias a los rayistas por desplazarse, por cuidarnos. Ojalá podamos seguir pasando eliminatorias»
