Por Pepe Molina
Pedro Sánchez González, pintor, 77 años, amamantado en Puente de Vallecas, formado en la escuela de aprendices de la Casa de la Moneda, con formación universitaria en Bellas Artes, tiene su taller, desde siempre, en la Colonia Perpetuo Socorro (Nueva Numancia), donde, pese a su edad, con una férrea disciplina, pinta determinados días de la semana, compatibilizando la tarea pictórica con otras actividades, con seminarios sobre clásicos de la pintura, cursos de historia del arte, realizando esculturas al aire libre, o escribiendo manuales divulgativos de determinados pintores.
Éste ilustre vallecano expone de nuevo su obra más reciente en el Centro Cultural Paco Rabal (calle de Felipe de Diego 13) hasta el próximo 26 de noviembre. Con motivo de la muestra ‘Goya como excusa’, esta entrevista permite acercarse un poco más a este hombre un tanto huraño, ascético, serio, pero que en la distancia corta rompe el arquetipo y aparece un tipo educado, afable, culto que disfruta yendo al fondo de las cosas.
Pregunta: ¿Aparte de su trabajo profesional en la Casa de la Moneda, haciendo sellos que todos hemos manejado, qué cosas o temas han marcado el rumbo de su vida?
Respuesta: Goya y Vallecas
P: ¿Por qué la obra de Goya ha ejercido tal influencia?
R: Porque una gran parte de su obra grabada, de sus dibujos y la última etapa de su vida me revelaron a un poeta, a un filósofo y a un humanista en línea con sus amigos ilustrados, como Moratín, Ceán Bermúdez o Jovellanos. Además, en las pinturas de su casa, las llamadas Pinturas Negras, da un salto revolucionario plásticamente hablando desde donde arranca el arte moderno.
P: Comenta que Vallecas ha sido otra realidad que ha marcado su vida: ¿en qué forma se concreta esa vinculación?
R: Desde que iba a trabajar por las mañanas y veía quienes eran mis vecinos, emigrantes vinculados a la construcción, viviendo unas condiciones de vida con muchísimas carencias sociales, en los diversos barrios que conformaban este inmenso y vibrante distrito.
P: ¿Dónde ha realizado su obra dentro de Vallecas y de qué tipo ha sido?
R: Fundamentalmente a través del TEP (Taller de Experiencias Plásticas) que creé e impulsé, entre 1977 y 1988 en la UVA de Vallecas. Con una concepción autogestionaria y la idea de servir al barrio, realizamos y realicé murales para colectivos e iglesias de las que entonces estaban comprometidas con los marginados, con los nadie que diría Eduardo Galeano. Pinté desde bodegones a murales con sentido crítico, buscando mi propia manera de expresión, ligado a los problemas de la clase a la que pertenezco.
P: ¿Toda su obra se concentra en Vallecas o hay trabajos en otros sitios? ¿Todo es pintura o tiene otro tipo de trabajos?
R: Tengo repartida mi obra por diversos lugares del país, como Humanes de Madrid, Rivas Vaciamadrid, por supuesto Madrid, en Cuba, en Ucrania, Toledo, Baños de Montemayor, pueblo en el que circunstancialmente nací, (más de sesenta obras donadas), Cáceres, Hornachos…y en algunos museos como el de la Casa de la Moneda o el Nacional del Dibujo en el Castillo de Larrés (Huesca) o el Colegio de Médicos de Madrid. En Rivas, en Humanes y en Baños de Montemayor tengo esculturas en lugares públicos.
P: En 2019 expuso también en Vallecas, en el Centro Cultural Lope de Vega, en Entrevías y ahora ésta en el Centro Cultural Paco Rabal: ¿Ha hecho muchas muestras más?
R: En Vallecas he hecho exposiciones en la calle en los años 70-80, en el Ateneo republicano y en el local de IU de Sierra Carbonera. En esta presento trabajos de los últimos cuatro años que tienen un punto de partida: ‘Goya como excusa’. Con este propósito he realizado obras entroncadas con el ahora, que es siempre. Expondré unas 40 obras de pinturas, electrografías, una escultura, maquetas y videos.
P: ¿Qué le llevó a estudiar Bellas Artes?
R: La ingenua pretensión de canalizar mis apetencias y necesidades de expresar lo que quería, hasta que me di cuenta que toda academia es castrante por normativa. Goya también me ayudó en esto. En cualquier caso, tuve que hacer los estudios en régimen libre y ser mi propio profesor, ya que mi situación económica no me permitió matricularme en régimen oficial.
P: ¿Qué busca en los trabajos que hace, satisfacción estética, rendimiento económico, promocionar su nombre …?
R: En mi obra personal, no en la profesional, busco pintar para expresar lo que siento y no ahogarme por lo que contemplo y vivo. Una especie de terapia para enseñar a amigos y a quienes quieran venir a ver qué hago. En pintura apenas he vendido seis o siete cuadros de los más de 1.000 que habré pintado. Suelo regalar y repintar sobre lo pintado, aprovechando los materiales, como sábanas usadas, que me facilitan.
P: En cuanto a obra pictórica, ¿a qué estilo, globalmente se puede adscribir y qué temáticas has tratado?
R: El expresionismo con incursiones en la abstracción expresionista. En cuanto a temas, el retrato, la arquitectura popular y las injusticias sociales en sentido amplio, guerras, explotación, miseria…
P: ¿En qué se cantidad se concreta su obra?
R: En más de 10.000 dibujos en diversas técnicas, más de 60 murales, unos 1.000 cuadros, más de 30 libros, entre ensayo y poesía, vídeos, esculturas… Toda una vida de trabajo-
P: Siempre se ha hablado mucho respecto de si las reivindicaciones sociales restan o no a las obras artísticas y dado el carácter esencialmente social de tu obra ¿Qué opina al respecto?
R: Podríamos hablar horas sobre el tema, pero me referiré de nuevo a Goya en los Desastres de la Guerra, en las Pinturas Negras, en los Caprichos, en las litografías de toros que hace en Burdeos, etc., para darse cuenta que compromiso social y valor plástico pueden maridar perfectamente y podríamos hablar de Courbet, de Millares, de Saura, de Genovés, de Siqueiros, etc…
P: Esta última pregunta es obligada ¿con tal cantidad de obras de arte es de suponer que tiene previsto o en marcha alguna institución que mantenga reunida su obra?
R: No tengo nada previsto más allá de la donación al pueblo de mis padres, Baños de Montemayor (Cáceres) en 2021 de unas 50 obras y dos murales. Lo demás supongo que irá a algún basurero.