Por Francisco Catalán
Alrededor de 130 personas se reunieron el 20 de noviembre en el local de la Asociación Vecinal Fontarrón para celebrar el 30 aniversario de la Asociación Atiempo, que dio sus primeros pasos en 1995. Esta organización sin ánimo de lucro nació para atender y acompañar a personas adictas a las drogas en aquellos años terribles de la heroína y la cocaína. Fabián, el entonces cura de la parroquia, impulsó la creación de un grupo de vecinas y de vecinos en torno al cual surgió este colectivo.
En el mismo tuvieron cabida gente de todo tipo: profesionales que atienden a personas drogodependientes como el CAD, la UVAD, FERMAD, entidades vecinales, equipo directivo, voluntariado, y amigos y amigas. Fue un acto entrañable donde se recordaron los orígenes, el presente y el futuro. Allí fueron saliendo las experiencias vividas, la calidad del equipo directivo y el espíritu de familia que, según mostraron los usuarios y usuarias, tanto les había ayudado. Y fue entre risas, canciones, breves exposiciones y alguna lágrima que los asistentes se volvieron a hermanar, poniendo de relevancia el importante papel del voluntariado y la necesidad de continuar en la brecha. También se evidenció la excelente labor que está haciendo el Espacio Mujer, con mujeres del barrio que se reúnen, charlan de sus problemas, se ríen juntas y comparten tantas cosas…
Se volvió a constatar la necesidad de estos encuentros. De estas celebraciones surge la vida, y la solidaridad vecinal y humana. Además, hicieron reparar en que hay gente en los barrios vallecanos que sigue queriendo luchar por los demás, que lo hace con espíritu altruista y con generosidad. Y que personas rescatadas de ese agujero negro que es la droga también se suben al vehículo de la lucha compartida, del compañerismo, porque se ven tratadas con la dignidad que merecen, más que juicios y condenas, que es a lo que están acostumbradas. Una usuaria atendida por Atiempo dijo que de no ser por la organización «estaría muerta» y en esa misma dinámica de agradecimiento siguieron las intervenciones.
Celebración vallecana
Y hubo risas. Uno de los asistentes hizo jugar a todos con las palmas. Y comieron tortillas de patatas riquísimas, patatas fritas, choricillo, empanada, olivas y bebieron refrescos. Cuántas veces se habrá celebrado la vida así en Vallecas.
Entre abrazos, besos y palmadas en la espalda, los asistentes se fueron despidiendo. Desde la organización agradecieron a todas las personas que han colaborado con Atiempo a lo largo de todos estos años, como su equipo de profesionales: Mari Ángeles, Víctor, Natalia, Diana, Carlos, y a todos los usuarios. «Gracias, Vallecas. Atiempo seguirá abierto a todas las personas que lo necesiten», comentaron sus responsables.
Para contactar con esta entidad basta escribir un correo electrónico a: info@asociacionatiempo.org o pasarse por su sede, situada en la calle de Ramón Pérez de Ayala, 24 posterior.
En el siguiente QR, el vídeo proyectado durante al acto de celebración.









