Por Juan Rodríguez
Al Rayo no le da. Otro partido, otra derrota. Cruel, en los minutos finales, tras un buen segundo tiempo… pero derrota, al fin y al cabo, esta vez contra un Mallorca que puso más carne en el asador (y un delantero que las enchufa). El sueño rayista de alcanzar los puestos europeos de principio de temporada ha dado paso a la pesadilla de mantener la categoría a cualquier precio. La dinámica negativa de los últimos meses no tiene visos de terminar y se antoja imprescindible una sacudida en el equipo, más allá de poner a dos laterales zurdos al mismo tiempo o rotar los mediocentros. El Rayo necesita rebelarse. Si no lo hace, se seguirá meciendo dulcemente camino de la Segunda División.
La primera parte no fue apta para todos los públicos. Un bocata de polvorones se hubiera digerido mejor que esos tres cuartos de hora de puro tedio que nos ofrecieron Mallorca y Rayo, quizá inadvertidos de que había cámaras retransmitiendo todo aquello. Afortunadamente, alguien debió avisarles de que había testigos y decidieron espabilar en la segunda parte. El primero en hacerlo fue el Mallorca, que le hincó el diente al partido con un gol de Antonio Sánchez de volea desde el área pequeña ante el que nada pudo hacer Dimitrievski (si remata más cerca, lo hubiera hecho ya desde dentro de la portería).
Una nueva derrota planeaba sobre los vallecanos y Jaime Ramos, que volvía a dirigir al equipo (Francisco cumplía su segundo partido de sanción), introdujo cambios a mansalva para revertir la situación: RDT, Trejo, Unai López (suplente por razones insondables), Chavarría y porque no podía introducir a la caballería y a los oficiales con la trompeta, que si no también los habría puesto en el campo. La cosa resultó y el dominio del juego pasó a ser de los franjirrojos, que certificaron su mejora en el minuto 75 con un gol de Álvaro García que tuvo su aquel: Giovanni González despejó malamente, el balón flotó en el aire trazando una parábola, Álvaro termina de derrapar en el césped y se levanta… justo a tiempo para enganchar el cuero y anotar el empate. Lamentablemente para el Rayo, al partido le quedaba un cuarto de hora más el añadido. Y el añadido fue Muriqi, delantero torre donde los haya, quien, con un cabezazo a la salida a de un córner, selló su recuperación de la lesión y el triunfo del Mallorca. Y la depresión de un Rayo que anda en caída libre.
El próximo partido del Rayo es el domingo 18 de febrero a las 14 horas contra el Real Madrid en Vallecas-
El ranking:
El héroe del partido: Muriqi pesó de manera determinante en el partido, dándole siempre una salida al juego ofensivo del Mallorca y resolviendo el encuentro cuando tocaba a su fin. Un auténtico ‘killer’ por el que el Rayo mataría (o no, ya que en el mercado de invierno no se ha interesado por ningún jugador ni medio parecido).
El villano: El peluquero de Raúl de Tomás que, quizá, solo quizá, ha llevado demasiado lejos su creatividad (el nuevo look capilar de RDT está a medio camino entre el último Memphis Depay y un Predator).
El datito: Una victoria del Rayo Vallecano en los últimos 14 partidos. Para temblar.
Declaraciones:
Francisco: «Derrota dura y cruel. Teníamos el partido controlado. Se nos vuelve a escapar en el descuento».
Álvaro: «En los últimos partidos estamos encajando goles en minutos clave. Tenemos que saber cerrar los partidos»
Isi: «El fútbol está siendo muy cruel con nosotros. Nos vamos muy tristes para casa. Se nos escapa el punto que teníamos en la última jugada. Confianza plena en este grupo. Ahora es cuando se ve realmente a los equipos. Saldremos de esta junto con nuestra afición».
