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Noviembre ha sido el mes de la extensión de las protestas a la Atención Primaria. El día 15, CAS Madrid alertaba a los vecinos de que “la Comunidad de Madrid va a privatizar los dos ambulatorios de especialidades públicos de la zona de Vallecas”. En todo Madrid, un total de 27 centros de salud públicos correrán esa “suerte”. En este escenario, el lunes 26 comenzaba la huelga indefinida de médicos (de lunes a jueves) y las dos jornadas de huelga para todas las categorías sanitarias del 26 y 27, alcanzándose en el barrio un 100% de seguimiento. Paralelamente comenzaban los encierros en los centros de salud, con manifestaciones diarias en las puertas de los mismos. Así, la “marea blanca” se convertía en tsunami.
“Las movilizaciones han sido absolutamente secundadas—comenta Nacho Revuelta, medico de familia del Centro de Salud Rafael Alberti—. Los días de la huelgahemos venido hasta la Asamblea de Madrid, y las dos manifestaciones han sido absolutamente masivas. Además, continúan los encierros en todos los hospitales, prácticamente todos los centros de salud de Vallecas se encerraron la noche del lunes al martes y sigue habiendo encierros en el centro de salud mental de Peña Gorbea y en el ambulatorio de Vicente Soldevilla”.
El objetivo es la defensa de la sanidad pública en sentido amplio, pero concretamente lo que parece movilizar más a los vecinos son las privatizaciones. “Es un gran engaño a la población—continúa Nacho—, porque no se va a ahorrar ningún dinero, por lo tanto no es una solución para la crisis. Se van a producir muchos despidos, la gente va a perder a su médico de toda la vida, y lo que hay detrás es un gran interés de hacer negocio”.Eso, pese a que“es un sistema sanitario que funciona bien, que no es caro, y con el que los ciudadanos están contentos —las últimas encuestas arrojan un 90% de satisfacción con la Atención Primaria—, pero se lo quieren dar a otros para que hagan negocio”.
Esto es algo que la población madrileña y vallecana parece entender a la perfección: “para nosotros, la respuesta ciudadana es una satisfacción. Creo que se ha conseguido transmitir la idea y que la gente tiene claro por qué estamos luchando. Y no solo han demostrado su entereza a través de las movilizaciones: también con su paciencia. Hoy, que no ha sido día de huelga y he pasado consulta, te aseguro que he visto a muchísima gente, y sin embargo no he oído un solo reproche. Yo creo que eso también demuestra cómo están con sus profesionales, sus médicos, enfermeras y administrativos, en los que confían”.
