El mural ‘España en libertad, 50 años’ llega al barrio de Entrevías

El mural pintado en Entrevías. Foto: F. Bódalo VK

Por Fernando Bódalo

El mural conmemorativo ‘España en libertad, 50 años’, impulsado por el Gobierno y coordinado en la Comunidad de Madrid por la Delegación del Gobierno, logró movilizar el 29 de noviembre a más de 30 localidades madrileñas en un ejercicio colectivo de memoria democrática. 30 municipios como Velilla, Coslada, Alcorcón, Parla o Casarrubuelos se sumaron a esta propuesta artística y participativa que busca reivindicar cinco décadas de convivencia, pluralidad y compromiso ciudadano, demostrando que el espíritu democrático sigue vivo en los territorios.

Sin embargo, esta misma vitalidad contrastó con la falta de colaboración del Ayuntamiento de Madrid, que dificultó la realización del mural en la capital mediante la denegación de permisos. Este bloqueo institucional, injustificado en un aniversario de semejante relevancia, obligó a que el barrio de Entrevías asumiera la iniciativa, acogiendo la creación del mural en la parroquia de San Carlos Borromeo. Un gesto que, lejos de restar, añadió un fuerte simbolismo: la democracia también se defiende desde abajo, desde los barrios que históricamente han sido punta de lanza en la lucha por los derechos sociales.

La creación de avatares mediante stencil y spray, acompañados de consagrados artistas urbanos: el napolitano, conocido por NSN977, e Ignacio de Olor a Pintura, convirtió la obra final en un mural colectivo que encarna convivencia, diversidad y participación. Una democracia se sostiene, precisamente, cuando quienes la habitan pueden representarse a sí mismos en el espacio público. La importancia de conmemorar esta andadura histórica que, desde 1975, permitió construir un país plural, libre y constitucional.

La presencia de figuras como el delegado del Gobierno en la Comunidad de Madrid, Francisco Martín y la portavoz del grupo socialista en el Ayuntamiento, Reyes Maroto, reforzó el valor institucional del acto y confirmó que esta conmemoración pretende ir más allá de lo ceremonial. Se trató de devolver la memoria democrática a la calle, a los municipios, a los espacios donde se ejerce realmente la ciudadanía.

Uno de los artistas pinta uno de las caras en la pared. Foto: F. Bódalo VK

No obstante, la falta de apoyo municipal dejó entrever su tibieza a la hora de condenar la dictadura, además de no poner en valor la lucha por la libertad, y ensombreció en parte la celebración, poniendo de relieve que la defensa de la democracia no siempre encuentra unanimidad institucional. Que fuera la solidaridad vecinal, representada en Entrevías y en la parroquia San Carlos Borromeo, la que salvó la iniciativa en la capital evidenció que la democracia sigue en construcción y necesita ser cuidada, dejando esos viejos fantasmas del fascismo, que en este momento se alzan amenazantes, en un negro recuerdo que no debería de volver.

La democracia se pinta, se participa y se vive

En conjunto, esta red de murales ciudadanos constituye un acto simbólicamente poderoso: una declaración visual de que la democracia se pinta, se participa y se vive colectivamente. La celebración pudo haber sido más amplia y más unitaria si todas las instituciones hubieran colaborado, pero la respuesta de las localidades madrileñas demuestra que, incluso 50 años después, la sociedad sigue dispuesta a defender la libertad con creatividad, memoria y comunidad.

El delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, y la portavoz del PSOE en el Ayuntamiento, Reyes Maroto, junto al mural. Foto: F. Bódalo VK

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