Por David Muñoz Montero
Un nuevo fenómeno deportivo y social recorre las calles y parques de Madrid. HRS Run Club es mucho más que un grupo de corredores. Es una comunidad nacida en Vallecas que ha sabido convertir la pasión por el running en una forma de vida. En apenas dos meses, el club ha multiplicado su alcance, ha tejido alianzas con marcas y bares locales, y ya sueña con organizar sus propios eventos.
El germen de HRS Run Club surgió el 28 de mayo del año pasado, cuando Juanan, aficionado al running, decidió que era momento de dejar de correr solo. «Lo creé porque me gustaba correr, pero pensé en correr en grupo», cuenta. Poco a poco, sus amigos se fueron sumando hasta formar un núcleo sólido.
Aunque el club empezó a consolidarse realmente en marzo de 2025, hoy ya supera las 20 personas por quedada. «Al principio íbamos nosotros cinco y amigos cercanos. Ahora estamos en 20, 25 personas», dice. HRS se define como un club social de running, accesible a todo tipo de corredores: «No somos un club de entrenamiento, queremos que mucha más gente se anime y pueda salir a correr».
La identidad de HRS está muy cuidada en redes sociales. «Nos interesa cuidar la marca y que sea algo reconocido, sobre todo que sea visual», explica Juanan, el fundador del club. Vídeos, fotos, estilo y mensaje se gestionan desde dentro del grupo: «Queremos transmitir algo que te entre por el ojo y te haga decir: el próximo día me voy con ellos», añade.
HRS se ha convertido también en un punto de encuentro para personas que acaban de llegar a Madrid. «La gente que viene casi toda es extranjera, porque ha venido de otro sitio a trabajar aquí», cuenta. Han recibido corredores de Perú, México, Italia o Filipinas. «Se sentían un poco solos y, a través de un club así y de gente que comparte sus gustos y aficiones, están más a gusto en Madrid. Eso también recompensa», dice Juanan. No solo es un grupo para correr, sino un espacio donde hacer comunidad. «Correr solo está bien, pero cuando pruebas a salir a correr en grupo es otro rollo totalmente distinto», reconoce el precursor de esta iniciativa. La clave, aseguran los miembros de este colectivo está en mezclar «un poquito de deporte con lo social».
Uno de los pilares del proyecto es Ricardo, responsable del bar Bada Vink situado en la calle de León Felipe, 14. Gracias a él, el club ha logrado el apoyo de marcas como Powerade, Solán de Cabras y Coca-Cola. «HRS y Bada Vink están juntos en esta aventura», explica. «HRS, más que un club, es una hermandad de Vallecas que en el futuro cruzará fronteras», declara muy convencido.
Un futuro prometedor
HRS invita a cualquiera que quiera correr, conocer gente y pasarlo bien a unirse. «Cualquier persona se puede apuntar con el ritmo que quiera», animan. También han empezado a organizar actividades más allá de correr: desayunos, rutas por la sierra o quedadas con hamburguesas. «Ideas hay muchas, pero uno de los saltos principales sería ampliar el tipo de eventos», concluyen.
