Por Juan Rodríguez
El partido tenía su miga, porque se enfrentaban dos de los equipos que más y mejor proponen de LaLiga… a ver, me refiero a proponer fútbol vistoso y de ataque, que proponer también propone el Getafe de Bordalás, pero digamos que esa propuesta es un poco más dura de roer. Esta, la compartida por los conjuntos de Pellegrini e Íñigo Pérez, es una que entra mejor y que no suele defraudar a sus seguidores. Y sí, podemos decir que el partido respondió a las E.E.A.A. (Expectativas de Equipos Al Ataque) que teníamos antes de que se iniciara el choque. Sin embargo, hubo algo que no esperábamos, que fueran los mediapuntas de ambos equipos (los “fantasistas” que dieron en llamar los italianos -por no referirnos a ellos como los “pintureros”, que es como bautizaron en su momento a aquel 10 de la Juve llamado Del Piero-) los que marcarían el choque. Pero así fue, Isco e Isi, Isi e Isco, tanto monta monta tanto, empataron a magia y el partido acabó como ellos, en tablas. James Rodríguez, por supuesto, siguió todo esto desde el banco de suplentes (seguramente le está pidiendo ahora mismo a su representante que la magia la ponga él en forma de una oferta en el mercado de invierno…).
El primer tiempo, y el partido en general, armó de razones al que fuera que en el Rayo, cuando Dimitrievski vino en verano con una oferta para marcharse, le diera las gracias por los servicios prestados y le acompañara a la puerta de salida con una sonrisa de oreja a oreja. Y es que Batalla se agranda en la portería de la franja a cada partido que pasa y atención a ver si estamos ante uno de los grandes porteros del equipo madrileño en los últimos años. Dicho esto, también hay que apuntar que Vitor Roque es un “Tigrinho” con garras de plástico, que amaga mucho, pero no pega. Que no le mete un gol ni al arco iris, vamos. Tuvo un mano a mano contra el portero rayista en el que se la quiso picar por encima, pero lo que salió de su bota fue un tiro manso como un cachorrito recién nacido que Batalla repelió casi sin quererlo. Parafraseando ‘Top Gun’, el ego de Vitor Roque extiende cheques que su cuerpo no puede pagar.
El partido tuvo de todo: cierto frenesí, penaltis, goles anulados… fue bonito, vibrante y “good value for your money”, que dicen en los países anglosajones, es decir, que si pagaste la entrada te dieron un espectáculo a la altura de cada euro que te gastaste. El Betis fue un torrente de llegadas en la primera mitad que no acabaron en gol por el ya mencionado buen hacer de Batalla y por el ya mencionado mal hacer del señor Roque (que lucía un pelo rubio oxigenado a medio camino entre el Dennis Rodman de finales de los 90 y un patito de bañera). En estas estábamos, viendo como el delantero brasileño marraba sus ocasiones, cuando en una llegada al área tiró de veteranía y provocó un penalti por derribo de Álvaro. A falta de goles, buenos son penales. Isco transformó la pena máxima con el temple de los grandes jugadores. Qué pena que se perdiera la Eurocopa.
En el segundo tiempo, el Rayo se sacudió el dominio bético y empezó a jugar como sabe. Esto es, muy bien. Isi le echó el lazo al buen momento del equipo con un golazo de esos que salen en la recopilación de mejores dianas al final de la liga. Estamos hablando de un zurdazo clavado en el poste izquierdo de la portería bética que debió fulminar a dos o tres topillos en su camino hacia el gol; un pepinazo imparable que trazó una recta inquebrantable, cual Homer Simpson conduciendo el Monorraíl. El partido siguió agitándose, dando algún susto a las aficiones de ambos equipos, pero el marcador ya no se movería. Entre mediapuntas anduvo el juego. Y ellos decidieron dejarlo así.
El próximo partido del Rayo es el miércoles 10 de enero de 2025 en casa contra el Celta de Vigo a las 21 horas.
El ranking:
El héroe del partido: Isi. Calidad, trabajo y un gol que vale un punto de oro en un campo complicado. Con Isi, que firmaba su partido 200 como jugador del Rayo (¡casi nada!) siempre se puede contar. ¡Por 200 partidos más!
El villano: Me sabe mal decirlo, pero De Frutos. Falló una ocasión clara como agua de manantial cuando el partido estaba echando el telón que, si la repite 100 veces, mete 99 goles. Solo delante del portero. Imperdonable.
El datito: El Rayo acaba el año en el puesto 12 de la clasificación con 22 puntos, 6 puntos por encima de los puestos de descenso
La pregunta: ¿Isi Isi Isi Selección?
Declaraciones:
Íñigo Pérez: «El empate es justo. Es un orgullo poder dirigir este grupo de jugadores. El parón nos vendrá bien para cargar pilas y afrontar una segunda fase de la temporada en la que tenemos que mantener la misma línea y corregir lo que no hayamos hecho tan bien».
Batalla: «Sumamos un punto en un campo muy difícil, ante un gran rival. Nos supimos adaptar. Con trabajo, sacrificio y humildad podemos competir ante cualquiera. En lo personal, feliz de poder ayudar al equipo».