Venezuela se escribe con “V” de Vallecas

Los venezolanos Antonio Rodríguez y Dodany Franco pasean por el ‘Bulevar con Arte’ de Peña Gorbea el pasado 15 de noviembre

Por Pablo Kaplún, Movimiento SER (Sinergias, Experimentación y Reinvención)

Ambos sitios mencionados arriba tienen esa coincidencia de “V”. Por tanto, son fácilmente asociables. El emblemático barrio de Madrid se ha vuelto un refugio para la diáspora venezolana. Aunque algunos ciudadanos españoles, especialmente de izquierda, ven a estos inmigrantes como una clase «rica» y «contrarrevolucionaria». Esta percepción es errónea. En el Barrio de Salamanca hay solo 2.600 venezolanos empadronados, mientras que en Madrid la cifra real supera los 100.000, alcanzando el medio millón en toda España.

La mayoría de la comunidad venezolana es de clase trabajadora y necesita reconocimiento. Se estima que unos 10.000 venezolanos residen entre Puente y Villa de Vallecas (extrapolando datos de una investigación, publicada por ‘El País’ el 16 septiembre de 2024), convirtiendo a estas zonas en un núcleo esencial de la colonia en Madrid. Jóvenes como Carlos Castillo y Tony Ibarra han llegado en busca de mejores oportunidades. Tony trabaja de cocinero y comparte que en su restaurante hay ocho venezolanos y un solo español. Estas experiencias reflejan la lucha de muchos inmigrantes que se esfuerzan por integrarse y sobrevivir. Carlos hace servicio de Uber, tal como Tony, quien, en sus ratos libres hace lo mismo, para completar la necesidad que tiene de enviar dinero a sus familiares en Venezuela.

Vallecas ya cuenta con varios restaurantes venezolanos que ofrecen delicias como las «arepas», e incluso hay un restaurante chino regentado por venezolanos que ofrece una propuesta única al reinterpretar la gastronomía china con influencias de su hogar. Este cruce cultural enriquece la experiencia gastronómica local y satisface la nostalgia de quienes buscan sabores de su tierra. Este fenómeno no solo deleita los paladares locales, sino que también satisface la nostalgia de los venezolanos que buscan sabores que les recuerden su tierra natal. La comunidad ha desarrollado un sentido de pertenencia que se refleja en los fruteros del barrio, que han adoptado términos venezolanos como “cambur” para el plátano, “patilla” para la sandía y “lechosa” para la papaya.

Un diciembre de celebraciones

El mes de diciembre es especialmente importante para los venezolanos, lleno de celebraciones folclóricas, ritmos musicales como la «gaita» (que no tiene nada que ver con el instrumento celta), la “parranda” y los “aguinaldos” (que se cantan en lugar de cobrarse) y platos tradicionales como «hayacas» (que se parecen a los tamales, pero son bastante distintos y más complejas), «pan de jamón» (un pan de sabor agridulce que lo hace único) y «ensalada de gallina» y se bebe “ponche crema” (un tipo de licor). Aunque los venezolanos en España no sufren una fuerte xenofobia, existe un desconocimiento sobre sus tradiciones y cultura.

A través de su presencia en barrios como Vallecas, la comunidad venezolana está ampliando la comprensión de su rica cultura en su nuevo hogar, contribuyendo al vibrante tapiz multicultural de España.

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