“Terminé durmiendo borracho en los parques o en el coche”

Por Grupo 24 horas AA Madrid

Aunque actualmente conserva el trabajo de mecánico, que siempre fue su vocación, y también a su familia, las cosas no pintaban bien para Edwing por su forma de beber. Casi lo pierde todo y, lo más importante, su desesperación era terrible porque no podía dejarlo. Luego llegó al Grupo 24 horas de Alcohólicos Anónimos Madrid del barrio (calle de Julia Mediavilla, 27) y todo cambió en su vida. A día de hoy, como él mismo confiesa, por fin ha escapado del infierno del alcohol.

Pregunta: ¿Qué te motivó a dejar tu país y venir a trabajar a España?

Respuesta: Ganas de progresar y cambiar de vida. Me acababa de graduar como técnico automotriz, comencé a buscar por Internet y me salieron ofertas de trabajo en España. Aquí había mucha necesidad de mano de obra en ese tiempo. Presenté mis papeles y me los aprobaron enseguida. Tenía familiares en España y pude venir sin ningún problema.

P: ¿Influyó tu experiencia de emigrar en la relación con el alcohol?

R: Se me hizo muy duro. Al principio me resistía cuando me invitaban a salir de fiesta. Decía que no, que quería traer a mi familia y llevar una vida buena. A los tres años vinieron mi esposa y mi hija y entonces comenzó el declive debido al alcohol. Tenía más amigos y como ya había hecho lo que me había propuesto, un buen trabajo y a la familia conmigo, comencé a beber con más frecuencia. A veces llegaba a casa y no me acordaba ni cómo, e incluso me iba a trabajar en taxi al día siguiente porque no encontraba la llave del coche. Todo lo que yo hubiera podido ahorrar, me lo gastaba en alcohol con mis amigos. Terminé durmiendo borracho en los parques o en el coche. Por la mañana, las resacas eran terribles, con tembladera de cuerpo y todo.

P: ¿Qué te llevó a buscar ayuda y cómo encontraste al Grupo 24 horas de Alcohólicos Anónimos Madrid?

R: Fue después de una gran borrachera, casi ocho días bebiendo sin parar, para celebrar que me habían echado de mi trabajo y había conseguido ese mismo día otro también de mecánico. Yo celebraba por todo y por nada. Dormí en el coche durante esos días sin comer ni ducharme. Entonces vivía con mi hermana y al llegar me echó de casa. Me metí en una iglesia después y le pedí a Dios que me ayudara. Salí tan contento, me dije que esta vez sí que era la definitiva. No duré ni cinco minutos. Otra vez la misma historia: gran borrachera y luego la resaca con la tembladera de las manos y la desesperación. Busqué en Google y me salió el Grupo 24 Horas de Alcohólicos Anónimos. Da la casualidad que yo por la calle del Grupo había pasado muchas veces. Llegué un día por la tarde. Me encontré a unas personas que me preguntaron si quería dejar de beber. Les dije que sí y rompí a llorar. Empecé a ir todos los días y las cosas mejoraron. Pude regresar a casa de mi hermana y recuperé a mi familia. Mi hija hoy se siente orgullosa y está muy contenta. No tiene reparos en decirles a sus amigos que su padre está en Alcohólicos Anónimos, porque sabe que ya no bebo.

P: ¿Qué les dirías a otras personas que están sufriendo por su forma de beber?

R: Les diría que se acerquen, que escuchen una charla y decidan. Es totalmente gratis y está abierto las 24 horas del día, los 365 días del año. Una de las cosas que más me gustaron es que a mí nadie me juzgó, cuando yo vine, por todo lo que había pasado y lo que había hecho. Merece realmente la pena.

Si tienes problemas con tu forma de beber o consumir, hay una solución:

Grupo 24 horas de Alcohólicos Anónimos Madrid

C/ Julia Mediavilla, 27

Tel. 625 18 24 71

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