Por Juan Rodríguez
El Girona se deshizo de un Rayo que se le subió a la chepa, gracias a esa gota fría tan característica del equipo de Míchel: te ataca, te ataca, te ataca, te ataca… Tanto va el cántaro a la fuente que 3-0. Pero, durante la primera parte, los franjirrojos soñaron con llevarse por lo menos un puntito de otro partido que ya tenían tachado en el calendario, como el del Bernabéu, pero que tenían a tiro. Desafortunadamente, una tormenta perfecta de circunstancias se le juntaron al Rayo en su contra: al gol que abrió la lata en el minuto 51 (obra de Tsygankov, que ajustó al palo un pase de Miguel Gutiérrez), se le sumaron la autoexpulsión de Pep Chavarría en el 75 (ver apartado ‘El villano del partido’ al final de la crónica) y un pletórico cuarto de hora final de Savinho, que estaba tocado por la varita. Picando (piedra) bajo la lluvia, el Girona se llevó el gato… al agua, sí.
Me perdonaréis que haya incluido tantos términos relacionados con el líquido elemento en el primer párrafo (gota, cántaro, fuente, tormenta, lluvia, agua -sí, me pagan por palabra, por eso las repito-), pero el diluvio que cayó en Girona es digno de mención, ¡qué barbaridad! Lluvia torrencial, frío, lunes por la noche, apenas 9.000 espectadores en las gradas… El partido se prestaba más al pico y a la pala que a la escuadra y al cartabón que acostumbra a usar el Girona. Ponerse el mono de trabajo no es algo que incomode al Rayo, y menos aún tras el subidón de la jornada pasada arrancándole un punto al líder de LaLiga. Y a ello se puso durante una primera mitad que demostró que el cambio de entrenador le ha venido bien al equipo. Aparte de una lucha y motivación recuperadas, se le ve más fino en el juego combinativo, con transiciones más rápidas y mejores elecciones a la hora de llegar a la portería rival. Además, Íñigo parece haber incorporado al portugués Crespo al once titular, nada de darle 15 o 20 minutos, y respondió plenamente, demostrando que “el periodo de adaptación” puede ser un mito tan potente como el de la caverna de Platón. Buen fichaje en el mercado de invierno, un tanto que hay que apuntarle a Cobeño, el director deportivo.
Algo que sigue como estaba con Francisco es lo de rematar a puerta. RDT estuvo combativo y peleón, Camello lo intentó todo al salir en la segunda parte y Álvaro García se sacrificó casi más en labores defensivas tapando las subidas de Yan Couto… En fin, yo sigo soñando con ver un día de inicio a Falcao, a ese ‘Tigre’ deben quedarle zarpazos, pero veremos si se mantiene la apuesta por RDT en las próximas jornadas. Quien no tiene problemas chutando a puerta, ni regateando, ni trazando unas diagonales diabólicas es Savinho, que acabó de tirar la puerta tras el ‘In & Out’ de Chavarría: dos internadas plenas de técnica y definición que cerraron el partido. La tromba (¿veis?) de juego de los catalanes fue demasiado para este Rayo aún en (re)construcción, pero hay brotes verdes… que hay que regar… vale, ya paro.
El próximo partido del Rayo es el sábado 2 de marzo a las 16:15 contra el Cádiz en casa.
El ranking:
El héroe del partido: Savinho. El brasileño, que se dice podría recalar en el Manchester City la temporada que viene (recordemos que el Girona forma parte del grupo empresarial City Football Group, dueño del equipo de Pep Guardiola), realizó un partido espectacular. ¿Habéis ido con vuestros hijos o sobrinos a uno de esos espectáculos de Disney/Pixar/Peppa Pig sobre Hielo? Pues este zurdo brasileño es un poco lo mismo: magia y fantasía deslizándose allá por donde pasa y deleitando a grandes y pequeños. Salvo a los aficionados rayistas, esto es.
El villano: Pep Chavarría. Obviamente, su plan al salir desde el banquillo no era ser expulsado a los pocos minutos… pero lo disimuló muy bien. Veamos, minuto 75 del partido. De Burgos Bengoetxea le enseña tarjeta amarilla por una falta. Al reanudarse el juego, el lateral rayista se va como una exhalación a por Eric García y le da un empujón y/o un bofetón (el jurado aún está deliberando) que supuso la segunda amarilla y su expulsión. Como decían los de los neumáticos Pirelli hace ya muchos años, “la potencia sin control no vale de nada”.
El datito: Triple dato gironí: con la victoria ante el Rayo, vuelve a ser segundo en la clasificación, vuelve a ser el equipo más goleador de LaLiga, y vuelve a ganar tras tres jornadas sin victoria.
Declaraciones:
Íñigo Pérez: «Me duele el resultado porque los jugadores se han vaciado. En la primera parte no concedimos nada, aunque faltó generarles más miedo. Pero cuando tienen el marcador a favor son capaces de dominar y de penalizarte cuando te equivocas un poco. A corregir errores, a levantarnos y a pensar en el Cádiz. Intentaremos resarcirnos de esta derrota con nuestra gente».
Álvaro García: «En la segunda parte no estuvimos bien. En la primera competimos mejor y no nos crearon peligro. Sabíamos que íbamos a estar más encerrados. Nos costó llegar arriba. A seguir. Ahora vienen rivales que están abajo. A ganar en casa»