Por Redacción
‘Contra el olvido’ es el nombre del nuevo mural de arte urbano que recuerda a Las Sinsombrero en la fachada principal de la Biblioteca Pública Municipal Pozo del Tío Raimundo (Avenida de las Glorietas 19-21) y que forma parte del proyecto municipal ‘Compartiendo Muros’. Amaia Arrazola ha sido la diseñadora y responsable artística de esta actuación colaborativa en forma de puzle que rinde homenaje a estas mujeres de la Generación del 27 que fueron olvidadas durante décadas.
Desde Cibeles explican que la elección de este mural se ha realizado a través de una consulta en la web Decide Madrid, para recoger ideas de la ciudadanía, proponiendo ‘La Lectura’ como tema para presentar las diferentes propuestas, con el requisito de hacer alusión a figuras relevantes de la creación literaria o que dieran nombre a la biblioteca en la que se ejecutara el proyecto. Los vecinos del distrito se han unido a un jurado de expertos de arte urbano que han votado como propuesta ganadora del concurso el diseño de la ilustradora vitoriana.
El apodo de Las Sinsombrero hace referencia al grupo de mujeres que protagonizaron la vanguardia artística e intelectual de principios del siglo XX, formado por Margarita Manso, pintora; María Zambrano, filósofa; Rosa Chacel, escritora; Maruja Mallo, pintora; Josefina de la Torre, poeta; Remedios Varo, pintora, escritora y artista gráfica; Rosario de Velasco, pintora; Marga Gil Roësset, escultora, ilustradora y poeta; María Teresa León, escritora; Ernestina de Champourcín, poeta; Concha Méndez, escritora; Delhy Tejero, pintora e ilustradora, Ángeles Santos, pintora y artista gráfica, Concha de Albornoz, feminista española exiliada y Luisa Carnés, periodista y escritora.
El nombre con el que fueron identificadas hace referencia a su rebeldía contra las normas sociales de la época, que obligaban a las mujeres a llevar sombrero en los espacios públicos. Algunas de ellas decidieron quitárselo en la Puerta del Sol, creando una gran polémica. Su lugar de reunión era el Lyceum Club Femenino, fundado en 1926, cuya sede se encontraba en la plaza del Rey y donde se reunían para debatir sobre diferentes temas y reivindicar los derechos de las mujeres.
Mujeres independientes y emancipadas
En aquella época, simbolizaron la lucha por la igualdad y decidieron reproducir en sus obras la imagen de una mujer independiente y emancipada. Al finalizar la Guerra Civil, muchas tuvieron que exiliarse y su mención fue borrada de los libros de texto o de las publicaciones pictóricas o literarias.
Ahora, en el distrito Puente de Vallecas se reivindica su memoria por la influencia en los círculos intelectuales de principios del siglo XX y, en especial, por la relación de algunas artistas de este movimiento con la Escuela de Vallecas, como la pintora surrealista Maruja Mallo.