Por Manolo Jiménez
Lo mejor de la visita del Rayo Vallecano a Valencia, sin duda, fue el resultado, un empate que, pese a llevar 7 jornadas sin ganar, le permite acercarse cada vez más al objetivo de la permanencia. Los franjirrojos terminan la jornada instalados en una cómoda octava posición, con 37 puntos, a 7 de los puestos europeos y a 10 de la zona de descenso.
Las cosas se ponían de cara a los pocos minutos de partido, al aprovechar Santi Comesaña un servicio de Álvaro García en el área, para hacer subir al marcador el 0 a 1 (min. 9). Los de Iraola estaban más cómodos en el campo y el conjunto che, necesitado de un resultado positivo para salir del descenso, acusó el golpe moral de verse por debajo en el marcador. Aún así, los de Rubén Baraja pudieron conseguir el empate, en el ecuador de la primera mitad, pero el remate de Justin Kluivert acabó en el poste. Con la mínima renta visitante los protagonistas se retiraron a los vestuarios.
El Valencia salió en tromba y encerró a un Rayo, que, sin balón, no pudo hacer otra cosa que defender con uñas y dientes las acometidas locales. Las llegadas por ambas bandas eran continuas, pero la falta de puntería, la precipitación y la gran actuación de Stole Dimitrievski evitaron el merecido empate. Este llegó envuelto de polémica, al convertir el VAR en penalti una mano de Balliu involuntaria, con el brazo doblado y pegado al cuerpo. Justin Kluivert (min. 81) transformó con maestría desde los 11 metros, haciendo subir el 1 a 1 al marcador.
A pesar de la discreta segunda parte de los rayistas, Salvi tuvo en sus botas el tanto de la victoria en los compases finales, pero su remate se encontró con la providencial respuesta de Mamardashvili.
El Rayo Vallecano recibe en el Estadio de Vallecas al Atlético de Madrid el próximo domingo 9 de abril, a partir de las 21 horas