Por Inocencia Soria
Ahora que la zona de Entrevías, en Puente de Vallecas, se ha vuelto viral gracias a una serie televisiva sobre delincuencia, viene a cuento difundir también otra serie protagonizada por el Ayuntamiento de Madrid acerca del abandono de este sufrido barrio. Presentamos el tráiler de uno de sus mejores capítulos: la terrible degradación de la Plaza del Fotógrafo Robert Capa. No es la primera vez que se denuncia el deterioro de este lugar, pero en estos momentos es ya un peligro de insalubridad. Se ha convertido en un solar abandonado, lleno de basura y escombros que se utiliza como aparcamiento y vertedero, e incluso las ratas campan a sus anchas.
En diciembre de 2018 se rehabilitó esta zona durante la celebración de unas jornadas culturales en las que participaron reconocidos historiadores y artistas. Formaba parte de un proyecto para salvaguardar los restos de una casa bombardeada durante la Guerra Civil en la calle de Peironcely 10, que fue fotografiada por el famoso reportero de guerra Robert Capa.
La imagen muestra a unos niños jugando ante una fachada de ladrillo, cosida por la metralla, tras los bombardeos del barrio vallecano de Entrevías a finales de 1936. Fue muy difundida en los diarios internacionales, entre ellos el ‘New York Times’, y hoy forma parte de la exposición permanente del Museo Reina Sofía.
Mural deteriorado
Alumnos de Bellas Artes de la Universidad Rey Juan Carlos construyeron un mural magnífico en el que se representan detalles de la icónica fotografía. Del precioso mural queda muy poco. Apareció quemado hace unos meses. El Ayuntamiento ha desoído las peticiones para restaurarlo pese a que el importe que habría que invertir es mínimo, apenas 4.000 euros, según la Plataforma SalvaPeironcely, que promueve las actividades para salvaguardar este patrimonio. Actualmente los vecinos de la casa han sido realojados y ésta forma parte del catálogo de bienes y espacios protegidos del Ayuntamiento de Madrid.
Ante un abandono tan evidente, una parte de la ciudadanía de este distrito empieza a albergar serias dudas acerca de las verdaderas intenciones del Gobierno municipal. Estos residentes temen que en lugar de querer conservar ese patrimonio tan singular, está esperando a que el tiempo, la basura y la inmundicia terminen por destruirlo.