Por Lara Edurne González, Isabel Rangel y Francisco Javier García, enfermeros y María José Hernando, administrativa del Centro de Salud José María Llanos
Cada 1 de diciembre, desde 1988, se conmemora el Día Mundial del SIDA para apoyar a las personas con Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) y recordar a las que han fallecido a causa de este virus. Se considera una de las epidemias más destructivas de la Historia y esta afirmación la avalan los 25 millones de muertes que ha ocasionado el SIDA de forma directa o indirecta.
El VIH cuando ataca y debilita nuestro sistema inmune, nos pone en riesgo de contraer enfermedades que aprovechan esa bajada de defensas. Cuando esto ocurre, se desarrolla una enfermedad (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida) que, sin control y tratamiento puede ser mortal.
Pero, ¿cómo se propaga el virus?. En la actualidad, la forma más frecuente de contagio es la vía sexual: relaciones anales, vaginales u orales sin preservativo. Además, se transmite por el uso compartido de objetos contaminados (sin esterilizar) con sangre: agujas, acupuntura, tatuajes, piercings… Y, por último, también se puede dar el caso de que una madre infectada lo transmita a su hijo durante el embarazo o lactancia.
La infección por VIH ha logrado convertirse en una enfermedad crónica de buen pronóstico gracias a los avances en el tratamiento Antiviral. Se ha conseguido llegar a cargas virales casi indetectables en algunas personas infectadas, lo que les permite desarrollar una vida normal; pueden tener relaciones sexuales y descendencia sin riesgos de transmisión. No obstante, aún falta mucho para eliminar la inequidad en la aplicación de mejoras farmacológicas en todo el mundo. Porque, a pesar de estos avances, tener un diagnóstico confirmado de VIH supone convivir con un estigma que a menudo deriva en rechazo, deprecio e incomprensión. Algunos testimonios de los afectados que lo sufren en el video del Ministerio de Sanidad https://acortar.link/1oXgmv.
Las Naciones Unidas, los gobiernos y la sociedad civil se reúnen anualmente para recordar que el VIH no tiene cura y para visibilizar los enormes perjuicios que esta lacra ocasiona. Este año, el lema que acompaña al lazo rojo (símbolo universal de concienciación y apoyo) ha sido: ‘Poner fin a las desigualdades, poner fin al SIDA, poner fin a la pandemia’. Urge conseguir este objetivo, pasar del compromiso a la acción promoviendo los derechos humanos, preparando mejor a las sociedades, aportando estabilidad sanitaria y económica a nivel global. Es necesario dotar de herramientas preventivas a todos los países por igual, sin excluir a ningún colectivo.
Asesoramiento en nuestro distrito
No queremos dejar pasar la oportunidad de informaros de los recursos que nuestro distrito ofrece en materia de asesoramiento. Contamos con un Servicio de Prevención y Diagnóstico Precoz de VIH e ITS. En esta consulta se ofrece consejo y ayuda para reducción de riesgos, se proporciona material preventivo y se realizan pruebas rápidas con obtención de resultados en 30 minutos. Se trata de un servicio gratuito y confidencial ubicado en el Centro de Salud José María Llanos. Podemos acceder al mismo mediante los teléfonos de contacto/cita previa: 646132456/ 915076070.