Por Guillermo Belinchón
El escritor Javier González Ogando, nacido en Vallecas y autor de ‘Cuentos de extrarradio’ y ‘Almanautras’, publicó el pasado mes de julio su nuevo libro titulado ‘Extraño Stock’, una novela negra detectivesca plagada de una fuerte crítica social. Vallecas VA tuvo el placer de conversar con él y recorrer aspectos de su infancia, de sus trabajos y de su forma de pensar respecto a la responsabilidad que debe tener un autor en sus páginas con respecto a sus lectores.
Pregunta: ¿En qué momento se plantea empezar a escribir un libro?
Respuesta: El momento exacto no lo recuerdo, pero lo que sí hacía desde un principio era apuntar sentimientos que tenía. Con 12 años fue la primera vez que empecé a escribir algo con continuidad, no solo cosas sueltas, lo que pasa es que, en su momento no había ordenadores ni nada parecido. Tengo en mi casa una pila de hojas escritas desorganizadas, y convertir todo eso en libros que alcancen a un público y tengan una coherencia y un guión lleva su tiempo. No ha sido hasta ahora cuando le he empezado a dedicar más tiempo.
P: ‘Cuentos de extrarradio: vivencias personales e historias ficticias en Vallecas’, ‘Los Almanautras: un ensayo filosófico’. Después de dos libros con diferentes géneros, ¿por qué ahora una novela negra?
R: Es probable que, como durante tanto tiempo estuve escribiendo lo que me salía del corazón y lo que veía a mi alrededor, pues hay una montaña de cosas distintas que nada tiene que ver. Si hay una cosa que las une a todas es la crítica social. Con ‘Extraño Stock’ me hubiese gustado escribir la típica novela negra detectivesca, pero no me sale. Necesito también escribir sobre cosas que me parece que en esta sociedad tienen que cambiar o desaparecer.
P: El libro tiene una fuerte carga social, y usted dice que un escritor está obligado a implicarse y a comprometerse incluso en una novela de este estilo. ¿A qué implicación se refiere?
R: Como decía el maestro Celaya, hay que mojarse hasta mancharse, e incluso comprometerse con determinadas cosas. Ya no solo que lo haga un escritor, sino que, desde mi punto de vista, cualquier individuo que tenga una posibilidad de expresarse públicamente y de hacerlo con un cierto alcance, tiene la obligación de luchar por determinadas cosas e incluso implicarse. Esa crítica social no puedo ocultarla, me sale, y creo que es obligatorio que la pusiera en todo aquello que alguien pueda leer.
P: ¿Cómo ha tardado tanto en publicar un libro?
R: Yo tenía muchos escritos a mano y tenía una vida complicada. Estuve viajando y dejando de lado la escritura. Mi infancia fue solitaria, prácticamente no hablaba con nadie a raíz de que mi padre no me dejaba salir. Era introvertido y con pocas habilidades sociales. Cuando eso cambió y empecé a conocer a mucha gente diferente, a viajar y a desarrollar esas habilidades que me faltaban, dejé de lado mi faceta de escritor y me enfoqué en esa época de expansión completa. Luego me casé y me centré en mis hijos. Fui dos personas completamente distintas. Cuando ya mis hijos fueron mayores y yo me separé, fue cuando retomé la escritura.
P: ¿Cuáles fueron sus fuentes de inspiración para escribir este libro?
R: Escribí un cuento titulado ‘Extraño Stock’ cuando unos familiares míos se fueron a vivir desde Madrid a Granada. Hubo un momento en el que esos viajes que hacíamos para visitarles, se me ocurrió escribir un cuentecito pequeño con este título y que trataba del cariño que ellos traían a Madrid y nosotros llevábamos a Granada. Y ese contenido, junto a las historias que tenía pensadas de detectives y demás, tomó forma en lo que hoy en día es el libro.
P: ¿Se ha basado en algo de Vallecas?
R: Bueno, quizás es un poco spoiler. La novela empieza con un detective que tiene su despacho en Plaza de España y vive allí, pero en poco tiempo descubre que proviene del barrio de Vallecas y termina regresando en el final de la historia. En ese momento final, hay una serie de cuestiones de lo que fue Vallecas, de lo que es y de lo que ha cambiado desde que se fue hasta su vuelta. Obviamente no puedo evitar escribir con influencias de un barrio en el que he vivido toda mi vida.
P: ¿Ha cambiado algo de Vallecas desde que vivía aquí?
R: Muchísimo, pero sigue siendo el mismo barrio de cuando vivía aquí. Un barrio con gente de todas partes de España. Lo que más ha cambiado hoy en día es que ese aluvión de personas ahora es internacional: religiones distintas, formas de ver la vida distintas y culturas diferentes. Siempre digo que Vallecas es un mosaico de razas.
P: Futuros proyectos
R: Tengo dos libros prácticamente acabados que serán los próximos que publicaré. El primero, ‘Corazón Puerto de Mar’, es un libro compuesto por poemas. El segundo, ‘El año de la lombriz’, es la historia de uno de los personajes secundarios que sale en mi otro libro publicado ‘Cuentos de Extrarradio’. También tengo un montón de hojas acumuladas que espero publicarlas en un futuro.