Por Isa Mendi
El Pleno de Cibeles aprobó por unanimidad el 30 de marzo el principio del fin del ‘scalextric’ de Vallecas, a raíz de una propuesta presentada por Más Madrid. En virtud del acuerdo, se iniciarán los trámites y estudios necesarios para la sustitución del paso elevado de Puente de Vallecas, un proceso cuya previsión de finalización es 2023, como resultado de la moción transaccional presentada por el PP y ratificada en esta sesión.
La delegada de Obras, Paloma García Romero, recordó que la demolición del puente ya fue proyectada por el equipo del alcalde Alberto Ruiz-Gallardón y añadió que se apostará por un proceso participativo vecinal, como se hizo en el entorno de Mahou-Calderón.
El grupo socialista respaldó la iniciativa, pero en palabras de su concejal, Mercedes González, nueva delegada del Gobierno en Madrid, se trata de un “brindis al sol”, porque quedará en manos del siguiente Gobierno. Vox también apoyó la eliminación de este paso elevado e instó a aplicar este modelo a los que quedan en la ciudad.
El concejal Más Madrid, Francisco Pérez, destacó que el puente de la M-30 separa los distritos más dispares en términos de desigualdad, Puente de Vallecas y Retiro. Según explicó, demolerlo beneficiaría a 150.000 vecinos, afectados por el paso diario de 170.000 vehículos. El ‘scalextric’ se abrió al tráfico en 1976, siete años después de que lo hiciese el de la calle de Joaquín Costa, demolido recientemente por fallos estructurales.
Más Madrid pone el foco en la prioridad peatonal y en la movilidad sostenible para «mejorar la calidad de vida de más de 150.000 vecinos y vecinas de forma directa, los más de 92.000 en Vallecas (barrios de San Diego y Numancia) y los casi 18.000 de Retiro (Adelfas)».
Celebración vecinal
Las asociaciones vecinales de Puente de Vallecas-San Diego, Doña Carlota-Numancia y Los Pinos Retiro Sur se felicitan por este importante avance, al tiempo que consideran que el derribo del paso elevado permitirá eliminar una de las grandes barreras físicas de la ciudad. Además, ven el proyecto como una oportunidad para unir Puente de Vallecas a la ciudad y «poder curar la mayor brecha social de la capital». Además, estiman que es el principio para abordar la necesaria regeneración de los barrios de San Diego y Numancia, que sirva para su desarrollo social, urbanístico y económico.
Por otro lado, los tres colectivos van a exigir al Ayuntamiento de Madrid la puesta en marcha de estos trabajos lo antes posible, así como el desarrollo de sus proyectos contando con la participación vecinal, “pues será la mejor garantía de que la mejora se realiza con los fines que siempre ha perseguido el movimiento vecinal, es decir, la regeneración de los barrios y la mejora de la calidad de vida de sus vecinas y vecinos, y evitar cualquier intención especulativa”, concluyen.