El primer aniversario de Somos Tribu VK coincide con la concesión del Premio Ciudadano Europeo 2020 a la labor social
Por Isa Mendi
Ha pasado un año desde que el 12 de marzo de 2020 dos vecinos de Puente de Vallecas decidieran organizar un grupo de whatsapp para empezar a ofrecer ayuda desinteresada a la gente de su barrio ante la grave crisis social que se avecinaba por la expansión del coronavirus, agudizada solo, dos días después, por la entrada en vigor del estado de alarma y de un confinamiento domiciliario que duraría largos meses. Un complicado y tortuoso camino a lo largo del cual Somos Tribu VK ha conseguido poner en marcha cinco despensas y grupos de mujeres, de apoyo a la maternidad y de apoyo laboral, entre otras iniciativas. En la actualidad, su ‘familia’ la forman más de 1.500 voluntarios organizados en 30 grupos de trabajo. Esta ingente labor, casi invisible para las autoridades locales, no ha pasado desapercibida fuera de nuestras fronteras, con la concesión del Premio Ciudadano Europeo 2020 por parte de la Eurocámara por su “importancia a nivel social, promocionando la cohesión social y el voluntariado”. Además, recientemente el grupo municipal socialista en el Ayuntamiento de Madrid ha elaborado una propuesta para que una calle de Vallecas lleve el nombre de Somos Tribu.
Este periódico se volcó desde el primer momento apoyando la labor de unos vecinos y vecinas que, de forma desinteresada, tendieron la mano a los demás sin esperar nada a cambio.
Vallecas VA ha tenido la oportunidad de entrevistar a cinco de los miembros de la red de apoyo vecinal que, desde el anonimato elegido por ellos mismos, responden de forma conjunta a las cuestiones planteadas.
Pregunta: ¿Habriáis imaginado hace un año en lo que se ha convertido Somos Tribu VK?
R: Pues la verdad que hace un año, cuando empezó todo esto, era complicado ponerse una mira de un año vista con la que nos estaba cayendo encima. Estaba todo por hacer, por aprender y por consolidar. Infinidad de ideas en la cabeza y motivaciones por parte de la vecindad a las que se pretendía dar forma. Muchas de ellas salieron para adelante y otras se quedaron en el intento. Uno de los principales motivos por los que nació esta red fue el simple objetivo de generar nexos de unión y vínculos entre vecinas y vecinos a través de valores como el apoyo mutuo y la solidaridad.
Echando la vista atrás, y viendo toda la red que se ha ido creando, es increíble que en los momentos más complicados y cuando no existe ningún tipo de ocio, hayamos conocido más personas y compartido un sinfín de experiencias con lo que antes eran vecinas desconocidas. Creo que al echar la vista atrás hay que evaluar, reconocer los aciertos, los errores, el hacer que cada conflicto nos sirva como una nueva herramienta de aprendizaje y el ser conscientes de que todo el trabajo desarrollado hasta el día de hoy ha posibilitado aportar algo nuevo al barrio, a sus necesidades e inquietudes.
También remarcar que en este año ha sido increíble la respuesta y la solidaridad del barrio, su vecindad, sus colectivos, centros sociales del deporte popular, de las peñas y bukaneros, del pequeño comercio, movimiento vecinal… Hace un año, era una idea. Hoy, es una realidad Seguimos construyendo barrio.
P: Momentos más duros y más gratificantes
R: Identificamos los momentos más duros cuando te llaman personas que más o menos tenían una vida de supervivencia, llegando a fin de mes con lo justo, pero llegando, pagando alquileres, hipotecas, facturas, compra… Y te cuentan que les han hecho un ERTE y que no saben cuándo lo van a cobrar, que no tienen ahorros, que nunca en su vida habían tenido que pedir ayuda… Y te dan ganas de ¡quemar el mundo!. La pandemia ha venido a demostrar que, ante una situación de crisis de salud internacional, los barrios obreros ya llevábamos años de abandono institucional, con una inexistente política real de empleo, con infraviviendas, con unos Servicios Sociales saturados, con la especulación inmobiliaria campando a sus anchas en nuestro barrio…
Pero en medio de toda esta crisis social, la voluntad de las personas, su esfuerzo y solidaridad nos vuelven a dar una lección y las asociaciones vecinales, los centros sociales y toda la estructura asociativa del barrio se suman a vecinos y vecinas que no pueden ver la necesidad en la puerta de su vecino de al lado y no hacer nada. Y lo hicimos, nos organizamos, y mientras las distintas administraciones se estaban poniendo de acuerdo en si la mascarilla era obligatoria o no, nosotras ya habíamos organizado cinco despensas solidarias que repartieron hasta julio de 2020 más de 3.500 cestas de alimentos a familias del distrito. Así que lo más gratificante es pensar que no podemos esperar a que nos lleguen las cosas, hay que movilizarse y participar. Solo el pueblo, salva al pueblo.
P: ¿Qué importancia le dáis al premio del Parlamento Europeo?
R: No todos los días te dan un reconocimiento a nivel europeo. A pesar de que haya habido complicaciones de todo tipo, el reconocimiento resalta que entre todas hemos trabajado bien, en equipo, destacando una vez más el movimiento social y solidario de Vallecas como lleva haciendo desde siempre. A pesar de que no nos lo reconozcan en nuestro propio país, nos agrada que al menos nos lo hayan podido reconocer en Europa. Pensando que hemos empezado de cero, que no contamos con ninguna subvención, no teníamos infraestructura y de vivir íntegramente de donaciones, hemos podido conseguir lo que las administraciones no han sido capaces, aun contando con medios. Eso sólo demuestra que cuando se rema hacia el mismo sentido y se tiene voluntad al final se consigue llegar a buen puerto.
Este reconocimiento no es sólo para Somos Tribu, es para todas las despensas e iniciativas solidarias que han cogido fuerza a raíz de la crisis sanitaria, de cada despensa de cada barrio, de cada municipio. Este premio representa aval suficiente para exigir un trato justo y solidario para nuestros vecinos, para exigir que nadie debe quedarse atrás en los peores momentos, para exigir que la administración pública se encargue de estas situaciones con un modelo distinto que realmente llegue a los que lo necesitan, cuando lo necesitan y que facilite el trabajo de los que queremos ayudar de forma altruista para que todos salgamos adelante porque todos Somos Tribu. ¿Importancia? Toda. Haber sido capaz de llegar a un nivel tan importante como Europa y que nos hayan podido ver cómo somos realmente, un barrio dispuesto a todo con nada, con solo nuestro esfuerzo, con solo un puñado de vecinos con ganas de ayudar a nuestros vecinos con mayores dificultades y viendo una vez más como la gente de Vallecas, vuelve a mostrar toda la solidaridad que nuestro barrio y nuestra gente se merece.
P: ¿Cómo os ha marcado a nivel personal la red de apoyo vecinal?
R: Haciendo balance después de todos estos meses, formar parte de Somos Tribu nos ha marcado muchísimo a nivel personal. Hemos conocido a gente maravillosa que vivía en el barrio y no conocíamos. Hemos compartido momentos duros y momentos bonitos. Ha habido días intensos, días tristes, días de risas, días de conflicto, días de amistad. A mí lo que más me ha marcado es sentirme parte de una red de personas bonitas que siempre estarán ahí cuando yo lo necesite. Me pregunto cuánta gente vivirá un poco sola en su casa sin saber que está rodeada de gente increíble que está ahí y podría estar en los momentos duros. Las redes vecinales te conectan con esas personas, tus vecinas. Es una satisfacción y un tesoro: la comunidad. En estos tiempos en los que nos bombardean con anuncios de alarmas y puertas blindadas para que cada cual se encierre tras los muros de su casa, no hay nada más gratificante que sentirte protegido por la gente que te rodea, abriendo puertas, no cerrándolas, conectándote con tu barrio, con tu gente, con tu comunidad, la buena gente que estaba ahí, pero que no veías… Esa es la mejor protección y no una alarma.
P: Hacia dónde va Somos Tribu VK, ¿cuáles serán los próximos proyectos?
R: Ahora mismo es difícil saber hacia dónde vamos por la situación en la que estamos inmersos, en plena crisis y con una necesidad muy urgente de cubrir tan básica como es la alimentación. Las despensas estamos muy ocupadas haciendo repartos de comida y consiguiendo donaciones de todos los sitios posibles.
También estamos hablando de un proyecto nuevo de participación donde impulsar, implicar y avanzar con la situación sanitaria actual es bastante difícil. Lo que estamos tratando de hacer es seguir creando un espacio de ayuda mutua en el cual nadie se quede atrás, en el que nos conectemos todos los vecinos y vecinas e impulsemos un cambio social. Estamos en una red con mucha diversidad tanto de edad, de sexo, racial, etc… lo que nos da una gran riqueza. También vamos de la mano de asociaciones vecinales y centros sociales que tienen una gran trayectoria en la reivindicación y lucha por unos servicios públicos de calidad y por la defensa de nuestro barrio. Además, también contamos con una historia vallecana muy potente en este sentido de lucha vecinal. Seguiremos desarrollando la red, mejorando e impulsando los diferentes grupos que se han creado (Mujeres, Maternidad, Apoyo Laboral, Cultura, etc…) y seguiremos construyendo hacia un barrio más unido y con justicia social.