Por Pedro Lorenzo
Adaptación: Jordi Galcerán y Jaume Buixó. Basada en la novela de Santiago Lorenzo. Dirección: David Serrano. Reparto: Miguel Rellán y Secun de la Rosa. Teatro Español: (Hasta el 24 de enero).
En la calle hay una manifestación. Manuel sale de su casa y por mala suerte del destino hiere a un policía con un destornillador y sale huyendo sin conocer la gravedad de la herida. Su tío le recomienda que desaparezca lo antes posible porque si le encuentran, que es lo más probable, va a pasar una larga temporada a la sombra. Aprovecha la noche para huir y llega a un pueblo deshabitado. El joven Manuel descubre la felicidad en soledad, sin las comodidades y ofertas de ocio que tiene a su alcance en la gran ciudad. Viene esto a corroborar que para ser feliz no hace falta tanto artificio.
La tranquilidad se le trastorna cuando llegan los domingueros que él llama los “monchufas”, para él unos auténticos asquerosos. Hasta ahí la trama de la exitosa novela de Santiago Lorenzo.
Es una bocanada de aire fresco que nos lleva a la vida campestre, si no pastoril, con unos diálogos ingeniosos y divertidos entre el tío, Manuel Rellán, un hombre reflexivo que no para de moverse, y un sobrino con una gracia intrínseca que actúa con naturalidad y hace que entre ambos se complemente una imagen caleidoscópica que salva con maestría los diferentes planos desde los que se comunican y parecen estar en un mismo espacio. Muy buena la interpretación junto a dirección y puesta en escena en un teatro de texto, ameno y con mensaje. Recomendable.