Por Ana I. González- directora del CEIP Eduardo Rojo
Hace muchos años que nos dedicamos a la docencia, pero ha tenido que ser ahora y en este momento, justo el peor en cuanto a la pandemia que vivimos y el cómo nos afecta en los colegios, cuando más seguros estamos de que elegimos el mejor camino.
Somos felices siendo maestros en el CEIP Eduardo Rojo. Y escribo esto, porque cuando nos viene a la cabeza un colegio, unas aulas o unos niños jugando en un recreo, pensamos en la Educación, en la enseñanza de las formas y en el aprendizaje de un currículo. Pero después de muchos años en esto y habiendo estado en diferentes centros, creo que lo mejor que como maestros podemos hacer y la mayor satisfacción con la que cada noche nos vamos a dormir, es enseñar a nuestros niños a ser felices.
Adquirir valores nos capacita para la vida en sociedad, nos prepara para la convivencia y nos enseña el significado de algunos conceptos como pueden ser la empatía y el compañerismo. La Educación nos adapta a los demás y nos ayuda a trabajar en equipo en una labor de cooperación colectiva. Imaginación, creatividad o simple maduración emocional y cognitiva. Todo a través de la Educación. La ética y la moral.
Somos maestros y queremos lo mejor para el medio millar de niños que tenemos en el cole. Nos levantamos cada mañana y cada uno a su manera, en metro, autobús, en vehículo propio o simplemente andando, acudimos a nuestro colegio. Acudimos pensando un poquito más allá, un poquito más arriba y con más ganas cada día. Acudimos todos juntos y a la misma hora, abriendo unas puertas que a poco tiempo del amanecer son la entrada a nuestro hábitat cotidiano, a nuestro lugar de trabajo, a nuestro lugar favorito, a un lugar en el que tenemos la suerte de asistir a hacer felices a nuestros pequeños.
Desde hace un par de años, hemos decidido dar un aire nuevo al CEIP Eduardo Rojo, intentando convertir nuestro lugar de trabajo en un entorno más amable, más cómodo y, sobre todo, más acogedor para los casi 500 niños que acuden cada día a nuestro cole.
Tenemos pizarras electrónicas que jubilaron a las tizas, ordenadores y ‘tablets’ que se anticipan al tiempo en un solo clic, iluminación de última generación, máxima seguridad ante cualquier amenaza informática…
Un nuevo color
Pero durante este curso hemos decidido dar color al cole, especialmente en esta época que nos ha tocado vivir. Desde nuestro pequeño jardín a la entrada del cole, pasando por la decoración del comedor, las pinturas en la entrada y en el muro exterior. Hemos diseñado la decoración del huerto, de los patios, de la subida de las escaleras…¡Hasta hemos creado un jardín vertical con palés y flores de colores! Y casi se nos olvida, ¡tenemos mascarillas de colores para todos los niños! En el Eduardo Rojo somos una gran familia, y ¿sabéis por qué? Porque juntos somos escuela.