Por Manolo Jiménez
La victoria en El Sardinero frente al colista Racing de Santander (1-2), remontada incluida, el lunes 20 de julio resultó infructuosa, ya que el triunfo del Elche en casa deja fuera al Rayo de los puestos de promoción de ascenso a Primera División sin tener que esperar a la disputa del Depor-Fuenlabrada, aplazado por registrase 12 casos de coronavirus en el conjunto azulón.
Un triste epílogo a una temporada en la que los de Vallecas no han traducido en puntos el juego mostrado sobre el terreno de juego y en la que les ha pesado en demasía los 21 empates cosechados en 42 jornadas, aunque haya sido finalmente los que hayan perdido menos partidos, solamente 8, frente a los 14 del campeón Huesca y los 11 del subcampeón Cádiz.
“Cuando no dependes de ti mismo lo único que te queda es la satisfacción de hacer tu trabajo y el equipo lo ha hecho. Sentimos mucho no haber podido llegar donde nos habíamos marcado. Asumo la responsabilidad”, dice el entrenador del Rayo Vallecano, Paco Jémez.
“Ha sido un año complicado, con muchas lesiones que nos han hecho perder a jugadores importantes. El equipo lo ha intentado. Quiero dar las gracias a todos los trabajadores del club y a los jugadores por su esfuerzo. Mi cabeza está pensando en las cosas que se pudieron hacer mejor y no se hicieron. Lo que tenga que venir vendrá. No sé qué va a pasar”, añade el técnico.