Por Sixto Rodríguez
Hace 20 años un grupo de jóvenes estudiantes de Filosofía abren en Vallecas la Librería Muga y, desde entonces hasta hoy, se convierten en un motor para la vida cultural de este barrio del que solo podemos estar agradecidos.
A nivel personal, siendo como soy un amante de la letra impresa, el disponer junto a tu casa de una librería donde poder encontrar todas las novedades editoriales, sin olvidar los clásicos, y donde siempre con celeridad te atienden los pedidos que puedas hacerles, pues es un lujo que muchos barrios quisieran. Pero no menos importante que esto es que en la librería siempre puede uno entablar conversación con los libreros y otras personas que por aquí pasamos y que nos encontramos como en nuestra casa.
Por otro lado, siendo autor de algunos libros, en la librería siempre encontré las puertas abiertas para poder presentarlos, al igual que cualquier autor vallecano y nuestros libros siempre han ocupado un lugar en sus estantes expuestos para quien deseara ojearlos o comprarlos.
Igualmente, a nivel personal, desde hace tres años coordino una tertulia filosófica en su local. Aunque estos últimos meses está suspendida físicamente, se sigue realizando telemáticamente a esperas de que escampe el temporal.
Pero más allá de mi agradecimiento personal, sí quiero resaltar la importancia cultural a nivel de barrio que tiene la librería que es, a mi modo de ver, uno de los faros culturales más importantes que tenemos.
En estos 20 años la librería ha acogido diferentes tertulias, citas poéticas, homenajes literarios (por ejemplo a Bob Dylan por el Nobel), sus paredes han acogido decenas de exposiciones de pintura, dibujos, fotografías…, y a nivel literario en la librería se han realizado unos centenares de presentaciones de libros desde los autores noveles a los autores más consagrados de nuestra literatura, siempre sorprendidos de la acogida que les ha dado la librería y los vecinos del barrio, algunas de estas presentaciones las han tenido que celebrar en el salón de actos del Centro Cultural Paco Rabal, como, por ejemplo, en el encuentro con Petros Markaris…
Por todas estas razones solo puedo añadir gracias y felicidades.