Por Concha Párraga y Marisa Gascón, enfermeras de los CS Campo de la Paloma y Ángela Uriarte
Acabado el verano, los niños y niñas han de volver a clase y los padres y madres debemos facilitarles la vuelta con ilusión y entusiasmo. Es muy importante inculcarles la alegría por el reencuentro con sus amigos y profesores y por el inicio de un nuevo curso lleno de retos de aprendizaje. Para que regresen cargados de entusiasmo, es importante involucrarles en los preparativos de su vuelta al colegio: la adquisición del material escolar que precisen, los libros y la ropa nueva que van a necesitar. Si lo trabajamos en positivo, lo van a vivir con entusiasmo. Volver al colegio es generar una nueva oportunidad y eso es lo que debemos reforzar en nuestros hijos e hijas.
A todos nos cuesta trabajo pasar de los días lúdicos de las vacaciones a la rutina laboral. Por ello es muy importante que vayamos facilitando el camino, adecuando los ritmos poco a poco antes de comenzar las clases. Hay que tener en cuenta que durante el verano tanto los peques como los padres, aflojan un poco los ritmos de sueño y descanso, pero es muy importante que les ayudemos a ir restaurando un poco los horarios antes de comenzar de nuevo las clases para que se haga menos cuesta arriba. Irlos ajustando poco a poco es mucho menos traumático y más efectivo que hacerlo todo de golpe, por lo que se puede ir adecuando a media hora diaria hasta llegar a la hora en que habitualmente se deben acostar y levantar para la nueva jornada académica.
Así mismo debemos ir adecuando los horarios de las comidas. Y desde luego involucrarles (siempre criar desde la parentalidad positiva), ¡cuánta importancia tiene que los niños y niñas se involucren en los preparativos del nuevo curso escolar!
Recuerdo con mucha ilusión mis vueltas al colegio por los reencuentros con los amigos y amigas, con los profesores y con las ganas de los nuevos aprendizajes. Eso es lo que debemos poner en valor, para que disfruten y aprendan al unísono, para que, para ellos, la vuelta al colegio sea algo mucho más ilusionante que cualquier vacación.
Ir al colegio es un derecho que los niños y niñas tienen y que nosotros tenemos que saber trasmitirles y venderles como el tesoro que es, para que lo disfruten. El fracaso escolar va de la mano del castigo, del desánimo y de la frustración. Los niños y niñas que van ilusionados al colegio tienen todas las papeletas para obtener el éxito escolar.
La ilusión es todo. Es un valor absoluto que nos permite mirar al futuro con la esperanza puesta en el disfrute diario. Y el colegio se tiene que ver de ese modo, un espacio de disfrute, de aprendizaje positivo, de encuentro con amigos y pares, con profesores que nos llevan de la mano hacia un aprendizaje para hoy y para el futuro.
Como padres tenemos la obligación de dar a nuestros hijos ilusión, ganas de aprender, de superarse a ellos mismos y entusiasmo por aprender en positivo. No tenemos que educarles en “hay que aprobar”, sino en la idea de que voy a disfrutar cada día de lo aprendido.
Con añoranza
Cuando somos adultos, añoramos las vueltas al colegio. Añoramos esos momentos de nuestra infancia donde la ilusión por estrenar los libros nos invadía de entusiasmo, las ganas de volver a ver a nuestros amigos y amigas nos cubrían de ilusión y yo me pregunto ¿por qué ahora que somos adultos nos somos capaces de trasmitir este entusiasmo a nuestros niños y niñas?
La infancia es una etapa vital en nuestras vidas. Tenemos que acompañar a nuestros hijos e hijas en todas y cada una de sus etapas vitales. Ellos tienen que saber que nosotros estamos aquí, para acompañarles, para escucharles, para tenderles la mano, para ayudarles, pero también para empujarles hacia el aprendizaje, porque solo así sabremos que les hemos dado la herramienta de la educación que va a ser un valor fundamental en su vida de adultos.
Demos a nuestros niños y niñas ese olor a nuevo que invade todas las mochilas infantiles al inicio de cada curso y que es el olor de la ilusión por aprender. ¡Volvamos al cole cargados de ilusión!