Por Concha Párraga y Marisa Gascón, enfermeras de los CS Campo de la Paloma
La pediculosis o piojos es un problema que produce mucho malestar a los niños, a las niñas y a sus padres, y causa cierto estigma debido a que está erróneamente relacionado con la falta de higiene. En los últimos años estos insectos han desarrollado muchas resistencias a las sustancias utilizadas para su eliminación, fundamentalmente por el uso indiscriminado de dichos productos.
Las edades en las que más se da son fundamentalmente las escolares, entre los 6 y los 12 años, y más frecuente en pelo de mayor longitud, siendo menos probable en niños más pequeños y en adultos.
La transmisión se produce normalmente en los colegios debido a que los niños y las niñas comparten múltiples actividades gran parte del día. Los piojos se pasan de una persona a otra caminando, no tienen capacidad de saltar y mucho menos de volar, por lo que debe haber un contacto estrecho y cercano cabeza con cabeza. Esto es muy frecuente entre los niños y las niñas durante el juego y dentro de las propias familias. Otra forma de contagio es a través de ropa de cama, gorros, bufandas y abrigos.
Al contrario de lo que popularmente se cree, este problema de salud no está relacionado con la falta de higiene. De hecho, aparece en cueros cabelludos limpios con más frecuencia.
El tratamiento es complicado, ya que pasa por una estrecha vigilancia y es fundamentalmente preventivo. Si tenemos hijos en edad escolar, deberemos inspeccionar el cuero cabelludo con cierta frecuencia, una vez por semana, y solo aplicar el tratamiento cuando visualicemos un piojo. Los tratamientos no sirven contra las liendres. Estas deberemos quitarlas manualmente, ayudándonos con una lendrera metálica, el peine específico para eliminarlas. Las liendres (huevos del piojo) tardan en madurar unos 10 días desde que son puestas por el piojo hembra. En ese momento, tienen un color blanco amarillento y están en la raíz del pelo. La que vemos a un centímetro de la raíz, es ya una liendre vacía.
El piojo adulto se ve claramente y suele estar en las zonas más protegidas de la luz como la nuca y tras las orejas. Por esto suele afectar más a personas con pelo largo. Una manera de diferenciar la liendre es que no resbala por el trayecto del pelo cuando la cogemos con los dedos, está agarrada fuertemente al pelo y cuesta desprenderla. Además, se encuentra en la raíz del cabello.
Prevención
Como manera de trabajar la prevención, podemos usar aceites esenciales (árbol de té), o llevar el pelo recogido para dificultar el acceso de los piojos desde otras cabezas y, sobre todo, la vigilancia y la inspección del cabello de nuestros hijos.
Como tratamiento, el más usado es el que incluye permetrina, aunque precisamente por el exceso de su utilización los piojos han creado resistencia. Otro muy utilizado es el que contiene dimeticona, que tiene otro mecanismo de acción.
Debido a lo que hemos hablado del ciclo vital de los piojos deberemos repetir la aplicación del producto aproximadamente 10 días después para eliminar los que estaban en estado de liendre en la primera aplicación. Hay que tener en cuenta el ciclo vital del que hemos hablado antes es importante para valorar los tiempos en los que hay que repetir el tratamiento para que sea verdaderamente eficaz.
Durante todos estos días peinaremos el pelo con la lendrera y preferiblemente con el pelo húmedo. Si tras acabar el tratamiento se ven varios piojos tanto jóvenes como adultos posiblemente son resistentes a dicho tratamiento y deberíamos cambiar el pediculicida.
Es importante tratar también los utensilios que han estado en contacto con la persona infestada, ropa de cama, gorros, abrigos bufandas e incluso peluches si el niño o la niña duerme habitualmente con alguno.
La ropa deberá lavarse a 60º y si hay algo que pueda estropearse a esa temperatura se meterá en una bolsa de plástico cerrada durante dos semanas.
No debemos prohibir a los niños que vayan al colegio. Se aplicarán el tratamiento y se debe informar adecuadamente al resto de los padres para que hagan una inspección meticulosa para diagnosticar precozmente.