Por Isa Mendi
Medio millar de vecinos de Villa de Vallecas marcharon el pasado domingo 29 de octubre, desde el Metro de Congosto hasta la Junta Municipal, a través del Bulevar de Federico García Lorca, para exigir una vez más al Ayuntamiento de Madrid el cierre de la incineradora de Valdemingómez al considerar que su funcionamiento, dada la proximidad a las viviendas, perjudica gravemente a su salud. Los asistentes portaron pancartas con lemas del tipo ‘incineradora, no’ o ‘más reutilizar, menos incinerar’.
Al término de la marcha, un representante de la Asociación Vecinal PAU Ensanche de Vallecas leyó un manifiesto desde el acceso principal de la sede del distrito, micrófono en mano, que reproducimos a continuación:
“Muchas gracias a todas las personas que habéis venido hoy aquí a manifestaros por una causa justa. Cuando una persona toma conciencia del barrio en el que vive, se asocia y comienza a formar parte de diferentes actividades ligadas a su barrio, siempre que llega una ocasión importante como esta, empieza a contar personas para ver si está siendo una convocatoria numerosa o no.
Tendemos a pensar, incluso cuando ha sido un éxito, como es el caso de esta convocatoria, que debería haber mucha más gente.
Vivimos a pocos kilómetros de un vertedero que tiene una incineradora que aumenta el riesgo de padecer cáncer, parece un motivo suficiente para movilizarse ¿no? Siempre nos preguntamos por qué hay tanta gente que se queda en casa y a lo mejor tiene más sentido que nos preguntemos por qué hemos venido hoy aquí.
Esta es una lucha que lleva decenas de años y siempre se ha ignorado desde el Ayuntamiento, excepto en la legislatura donde hubo un cambio de gobierno y con él un plan de cierre que llegó tarde. Cuando el gobierno de siempre volvió, el plan de cierre se metió en un cajón.
Sufrimos la enésima derrota y, sin embargo, estamos aquí.
Después de salir a manifestarnos en numerosas ocasiones, el actual Ayuntamiento de Madrid, decidió traernos además todos los residuos, sin separar, de la Mancomunidad del Este.
Y aquí estamos.
Cuando diversas instituciones y expertos hacen comunicados incidiendo en que se puede cerrar esta incineradora, la respuesta del alcalde en vez de ser: vamos a poner esto en marcha, es tratar de ridiculizar la propuesta simplificando con un “¿y dónde vamos a meter entonces la basura?”
Y ya veis, aquí seguimos.
Cuando un laboratorio holandés financiado con fondos europeos demostró que las gallinas cercanas a la incineradora dan huevos que no son aptos para el consumo humano, la respuesta de Borja Carabante, responsable del área de Urbanismo, es decir que el estudio es “poco riguroso” y que busca “arañar votos”.
Eso no ha hecho que os quedéis en casa.
Por casualidad, familias de esta asociación vecinal vieron, dando un paseo que se estaban almacenando cenizas tóxicas resultantes de la incineración al aire libre. Les pillamos, pero eso no ha significado que ni Almeida ni Carabante hayan puesto fin a esta práctica.
Y ya veis, tampoco eso ha hecho que os quedéis en casa.
Han tenido la incineradora funcionando dos años sin contrato y ahora sacan un plan de gestión de residuos. Han puesto tanto interés en él que ese plan ha resultado ser un corta y pega de muchos textos ya escritos, sin coherencia y con cálculos mal hechos. Esa es la importancia que le dan, porque lo único que quieren es seguir incinerando y defender los intereses de empresas concretas.
Y a pesar de todo, hoy hemos venido aquí.
Hoy el PP gobierna con mayoría absoluta y el horizonte de cierre puede parecer lejano.
Pero eso no ha hecho que os quedéis en casa.
Hemos vivido derrota tras derrota ¿por qué no nos hemos rendido ya?
¿Sabéis qué pasa? que siempre, siempre a lo largo de la historia ha habido gente como la que estáis hoy aquí que cuando todo le empuja a rendirse y dejar que la injusticia campe a sus anchas, se levanta y grita: basta. Sois tenaces, sabéis que esta causa es justa, sois capaces de mantener la mirada cuando el resto la agacha.
Y seguís viniendo y seguís haciendo carteles, y seguís denunciando en redes y algunas personas, acabáis por dar un paso adelante y venís a la asociación para decir, me apunto, quiero cerrar esa incineradora.
Entonces ocurre algo.
Ocurre que cuando Almeida nos dice “dónde metemos la basura” y quiere que le digamos “donde sea, pero aquí no”, en lugar de contestarle eso, le enseñamos que la rabia y la indignación nunca va en horizontal ni hacia abajo, sino que va hacia arriba y por eso demandamos políticas estructurales que acaben con los macrovertederos y con la incineración.
Cuando existe gente como la que hoy estamos aquí, resulta que convencemos a la mitad de los partidos que forman parte del Ayuntamiento de que presenten planes alternativos al copia y pega que ha presentado el gobierno del Ayuntamiento y tenemos la promesa de que, en cuanto haya un cambio de gobierno, van a cerrar la incineradora.
Trabajamos, cuidamos de nuestros familiares enfermos, de niñas, de niños, madrugamos, llegamos tarde a casa, nos pasamos el día con mil preocupaciones y del poco tiempo de ocio que tenemos lo invertimos en venir aquí y es entonces cuando entendemos que no podíamos haber estado en otro sitio.
Porque cuando uno grita junto a su vecina, cuando uno marcha portando una pancarta junto a su vecino, ocurre algo más. Después ves a ese padre o esa madre en el parque y ambas personas compartís una mirada cómplice, porque sabéis que formáis parte de la gente que no se rinde. Por eso, el lunes cuando alguien que no ha estado aquí os pregunte qué habéis hecho el fin de semana, podéis contestarle con mucho orgullo: estuve junto a cientos de personas para que nadie tenga más probabilidad de tener cáncer por vivir aquí.
Y atención, es ahí cuando el gobierno del Ayuntamiento ya ha perdido.
Construyeron barrios nuevos con decenas de carriles de coches para separarnos, nos dejaron sin apenas espacios verdes donde poder compartir ocio, pensaron en barrios llenos de recintos cerrados, con grandes centros comerciales y sin apenas coles públicos.
Pensaron que así acabarían con gente como la que habéis venido hoy aquí.
Lo han hecho todo y hoy seguramente estén en sus despachos preguntándose ¿Por qué no conseguimos que se queden en casa? ¿Qué más tenemos que hacer?
Esta manifestación ya es parte de su derrota, vosotras y vosotros sois la confirmación de que si bien su proyecto ha hecho mella, no han podido acabar con el movimiento colectivo.
Como hemos dicho ya, la injusticia siempre va a tener la resistencia de determinadas personas.
Se preguntaba Mario Benedetti en ese poema maravilloso ¿Por qué cantamos? Y ese poema termina así:
Cantamos porque llueve sobre el surco. Y somos militantes de la vida. Y porque no podemos ni queremos Dejar que la canción se haga ceniza.
Vamos a ganar, vamos a cerrar esa incineradora, porque mientras haya gente en este distrito como la que hoy habéis venido aquí, no habrá mentira, no habrá bandera suficientemente grande, no habrá Almeida ni Carabante que puedan mantener esa incineradora en pie.
El tiempo que le queda a esa incineradora está directamente ligado a la cantidad de personas que consigamos convencer de que, a pesar de todo, no podemos ni queremos que esta canción se haga ceniza”.
En la misma línea se manifestó Alberto Moreno, uno de los asistentes al acto de protesta. “El distrito de Villa de Vallecas, sus barrios, asociaciones y grupos sociales y políticos no se rinden y exigen y seguirán exigiendo el cierre de la incineradora de Valdemingómez, porque no quieren que sus hijos e hijas, tengan cáncer. Nos va la salud y la vida en ello”, comentó a Vallecas VA.