Por Isa Mendi
El frío no fue obstáculo para que colectivos ecologistas y vecinos del Ensanche de Vallecas y de otros barrios afectados recorrieran a pie, en una soleada mañana, los 9 kilómetros que separan la estación de Metro de La Gavia de Valdemingómez para solicitar, un año más, el cierre de la incineradora del complejo tecnológico municipal. Los residentes volvieron a exigir al Ayuntamiento de Madrid que retome el plan aprobado en la pasada legislatura que contemplaba la desaparición de la planta en 2025.
La marcha ciudadana, organizada por Ecologistas en Acción de Madrid, la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM) y el Grupo de Acción para el Medio Ambiente (GRAMA), finalizó por primera vez junto al depósito de cenizas procedentes de la incineración, con el Complejo Tecnológico de Valdemingómez (CTV) de fondo. Los manifestantes, que portaron pancartas y carteles alusivos a los daños que causan en la salud y el medio ambiente las emisiones de las incineradoras de residuos, exigieron el diseño y ejecución de un Plan de Cierre de la Incineradora de Valdemingómez, que respete el plazo de clausura definitiva en 2025, así como la licitación y puesta en marcha del contrato de mediciones mensuales en inmisión de contaminantes orgánicos persistentes, en el entorno del PTV, realizadas por un organismo o empresa independiente y que dé público acceso a los datos de forma transparente y continua.
Además, solicitaron la creación de una comisión de seguimiento del mencionado plan de cierre, con la participación de las entidades sociales, vecinales y ecologistas, y la aprobación de una Estrategia de Prevención y Gestión de Residuos de la Ciudad de Madrid en la línea de la de 2017-2022, con medidas para la reducción significativa de la generación de residuos y una gestión enmarcada en los principios de la economía circular, el respeto al medio ambiente y el cuidado de la salud pública.
Al término de la protesta, los portavoces vecinales leyeron un comunicado en el que dieron a conocer que el Ayuntamiento había enviado al Consejo Social de la Ciudad y a los grupos municipales un borrador de estrategia de residuos que refleja sus planes de preservar la incineradora, en el que se dice textualmente que se propone un nuevo contrato en la planta de Las Lomas que mantiene la capacidad de incineración actual a partir
de 2025.
“Almeida quiere que la Incineradora siga quemando unas 330.000 toneladas de residuos al año, a escasos dos kilómetros de nuestras casas”, criticaron. Asimismo, denunciaron que el Gobierno municipal sigue “postrado a los intereses empresariales”, con la salud quedando en un papel secundario y resultando “canjeable por un buen acuerdo de colaboración público-privada”.