Por Isa Mendi
Desde arriba, a 726 de altitud, se puede contemplar unas de las mejores panorámicas y también uno de los mejores atardeceres de la capital. Aunque llegar a lo más alto del Cerro Almodóvar, situado entre los distritos de Villa de Vallecas y Vicálvaro, se torna cada vez en una empresa más complicada, debido al precario estado de conservación de sus sendas y caminos, plagados de cárcavas, escombros y maleza, a pesar de los anunciados planes municipales de inversión para su recuperación que no terminan de llegar. Paradójicamente, cualquier tarde, el ocaso del sol en este punto de la ciudad coincide también con el del conocido también como Cerro Testigo, lugar de inspiración del pintor Antonio López y de los artistas de la Escuela de Vallecas. Este emblemático otero alberga, además, restos arqueológicos y vestigios de la Guerra Civil y es una zona con un riquísimo valor biológico, tanto de flora como de fauna, desde aves rapaces a diversas especies de reptiles.
El Ayuntamiento de Madrid aprobó definitivamente en marzo de 2023 el Plan Especial de Protección del Cerro Almodóvar. “El Cerro se encuentra degradado como manifiesta la presencia de desechos o escombros en diversos lugares, la desertificación que muestran grandes áreas de terreno desnudas de vegetación en las laderas y en la plataforma superior, la proliferación de sendas, trochas y atajos abiertos por la circulación a pie, pero sobre todo en bicicletas de montaña, de motos y de “quads”, aprovechando las fuertes pendientes y generando por ello procesos erosivos patentes en muchos lugares”, reconoce el mencionado plan municipal.
Esta hoja de ruta contemplaba dos fases: el proyecto de Actuaciones Urgentes, dotado de más 165.000 euros, que tenía que estar redactado y contratado en el plazo de 9 meses desde la entrada en vigor del Plan Especial, el 21 de enero de 2024, y ejecutado en el plazo máximo de 1 año, como máximo el 21 de enero del próximo año. Y una segunda actuación, la denominada de Regeneración y Puesta en Valor, que cuenta con un presupuesto de 1,97 millones de euros. Esta etapa, debe estar redactada y contratada en el plazo de 18 meses desde la entrada en vigor del Plan Especial, el 21 de octubre de 2024, y ejecutada en el plazo máximo de 2 años, hasta octubre de 2026.
“El Cerro Almodóvar se encuentra en un preocupante estado de degradación que se acentúa por la inacción del gobierno de Almeida”, critica Ignacio Benito, concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid y vecino de Santa Eugenia. “La falta de control de muchas actividades que se realizan en la zona y la erosión provocada por la lluvia están causando que sus caminos sufran cárcavas que terminan por hacerlos impracticables. A esto hay que sumar la basura y los vertidos incontrolados que se depositan en algunas zonas de este entorno tan desconocido como privilegiado”, añade.
El edil de la oposición recuerda que hay un grupo de vecinos que ha plantado especies propias del bosque mediterráneo, como encinas o coscojas, y a los que el Ayuntamiento de Madrid no ofrece ni agua para regarlas en verano, cuando hace unos años se les cedía desde el colegio Ciudad de Valencia. “El Ayuntamiento de Almeida respecto al Cerro Almodóvar es como el perro del hortelano: ni actúa dentro de sus competencias ni permite que otros, en su tiempo libre y de forma desinteresada, puedan hacerlo. Aun así, estos vecinos vencen con ingenio y dedicación estas dificultades y siguen siendo los únicos y verdaderos cuidadores del Cerro Almodóvar”, sentencia Benito.
De la esperanza a la desinformación
“El Cerro Almodóvar y su plan especial para protegerlo y renaturalizarlo es muy importante para el movimiento vecinal. No en vano las asociaciones de Vallecas, y especialmente la Asociación Vecinal La Colmena de Santa Eugenia, llevan años reclamándolo y trabajando para que sea una realidad”, explica a Vallecas VA el ex presidente de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM) y vecino del Ensanche, Enrique Villalobos.
El representante vecinal asegura que el proceso participativo que se produjo en el anterior mandato, fue “esperanzador”, “en tanto que se tuvo en cuenta una gran parte de nuestras propuestas y parecía que iría por el buen camino”. “Luego vinieron los retrasos y las postergaciones hasta llegar al momento actual en el que no tenemos apenas información de los planes municipales”, lamenta.
“Las recientes noticias sobre las lagunas de Ambroz, con las que se podía generar una conexión natural, no han hecho, sino que generar más dudas aún sobre el proyecto del cerro. La empresa Tolsa, presente en ambos espacios, es una amenaza ambiental para todo el este de Madrid y parece contar con el beneplácito del gobierno de la Comunidad, al que se suele supeditar el Ayuntamiento. Nada nos hace pensar que en los tres próximos años vayamos a ver la protección y regeneración de uno de los pocos ejemplos de cerro testigo que quedan en la ciudad de Madrid”, apostilla Villalobos.