Por Torresrubí
A todos nos gustaría tener una vivienda en propiedad y dejar de pagar alquiler. Pero una de las principales carencias que encontramos los españoles en el sistema educativo es la falta de educación financiera.
La mayoría de nosotros, al conseguir nuestros primeros ingresos, solemos darnos algún capricho como un móvil nuevo o un viaje. Pero si la intención es dejar de compartir piso o dejar de gastar tanto en alquiler cuando podríamos estar dedicándolo a una hipoteca, tenemos que trazarnos un plan de ahorro.
Lo más sencillo es ahorrar al recibir el salario. En lugar de esperar a final de mes para ver si nos sobra algo, es mejor, al recibir la nómina, hacer una separación del 10% o del 20%, dependiendo de nuestros objetivos de ahorro. La mayoría de los bancos nos permiten programar una transferencia periódica. Por ejemplo, se puede programar para el día 7 (si cobramos entre el 1 y el 5) una transferencia de 200 euros a una cuenta de ahorro. Si no vemos ese dinero, no estaremos tentados a gastarlo.
Además, hay que tener las metas claras: calcular qué tipo de vivienda nos gustaría comprar; qué precio tienen las disponibles con esas características; cuánto supondrían los gastos de compraventa; y cuánto dinero pediremos prestado al banco para la hipoteca.
Pero si queremos mejorar nuestras finanzas, es importante controlar en qué gastamos el dinero. Si a final de la semana dedicamos unos minutos a repasar los gastos, quizá descubramos que hemos gastado mucho en pedir comida a domicilio. Si organizamos un menú semanal y hacemos la lista de la compra antes de ir al supermercado, conseguiremos ahorrar.
Son pequeños gestos que poco a poco harán crecer nuestros ahorros y nos acercarán a comprar la casa de nuestra vida. ¿Buscas casa? Llámanos.