Por Antonio Osuna
Todo se resume en esa palabra, ciclos. Toda la historia de la humanidad se basa en ellos sin lugar a dudas. Y no es raro pensar que, a día de hoy, nos encontramos a las puertas de uno nuevo. A decir verdad, cada día prácticamente se presenta otro ante nosotros, pero en algunas ocasiones, como las variantes que nos acontecen, los ciclos son más divisables. De ahí la foto escogida en esta ocasión.
Mi menta estaba pletórica, sobreviviendo al invierno que nos aconteció, y supo soportarlo de manera firme. Elegante, con el verdor que la caracteriza de nuevo. Pero la nevada la dejó seca, muerta aparentemente, sin ganas de continuar y sin motivación para hacerlo. Pasaron los días y… bueno, una imagen vale más que 1.000 palabras. Ahí está, renaciendo con las mismas aspiraciones.
No estoy hablando de una planta, evidentemente, estoy hablando de mí y de todos nosotros. Estos meses atrás nos hemos sentido podados, pobres, desilusionados por las circunstancias, pero lo dicho, todo son ciclos. Tenemos el deber y la propia obligación de renacer de la mejor manera posible. Siempre aparecen oportunidades nuevas, ilusiones que creíamos desaparecidas florecen en el momento menos esperado. Puede que en los meses pasados empezases a leer por aburrimiento, a pintar, a soñar con “¿qué haré?”. Es tu oportunidad, aprovecha el cambio de ciclo. Vendrán otros, pero al menos que en este te pillen preparado.
Nuevo año, nueva vida. No sabemos lo que está por llegar, pero sí lo que llegó y pasó. En esta ocasión únicamente me gustaría poder servir de inspiración a aquellas personas atascadas. Piensen que nada es eterno, de todo se sale, y tenemos que aprender a germinar bajo cualquier clima. Al final todo se basa en eso, ciclos.
Sal y florece. Por mucho que te poden, recuerda tus raíces. Siempre hay algo que te sujeta y siempre hay un motivo para sonreír. Parece un poco cursi todo esto, lo sé, lo leo y pienso lo mismo. Pero así son las cosas ¿no? Siempre se puede hacer un chiste.
Por mi parte, estoy muy contento de poder volver a ponerle menta a mi té. Solo espero que no venga otra ola de frío. Tanto cambio de ciclo agota