Cerro Almodóvar

Al fondo, el Cerro Almodóvar

Por José Luis García Heras

Con sus 726 metros de altura, el Cerro Almodóvar se ubica entre los distritos de Villa de Vallecas y Vicálvaro. Su interés principal radica en la presencia de sílex y sobre todo de sepiolita, la existencia de una antigua mina y un anterior yacimiento de tortugas fósiles.

Fue el último punto desde el que avanzó Carlos María Isidro, en 1837, al tratar de tomar Madrid, antes de retirarse desde el Portazgo. También fue zona de trincheras en la Guerra Civil y allí se estrelló un avión alemán de la Legión Cóndor.

Se ha desestimado la repoblación vegetal del cerro y la construcción de un parque, para preservarlo tal cual.

‘Almodóvar’ es de origen árabe y significa «el redondo», aunque no tenga esa forma en la actualidad. Es un cerro testigo, con un relieve producto de la erosión. Fue ocupado desde la Prehistoria, en el Paleolítico, en el Calcolítico y en la Edad del Bronce. Hay un rico yacimiento de utensilios de sílex de hace unos 30.000 años. En 2011 se detectó un cementerio visigodo con más de 900 sepulturas y aparecieron aros, hebillas y broches de bronce. En la zona han aparecido otros restos que documentan una ocupación continuada desde la época imperial romana hasta el siglo XIV.

Según Álvaro Anula (‘Los misterios del Cerro Almodóvar…’), “cuenta la leyenda que andaban unos campesinos por la zona del cerro cuando, de repente, encuentran enterrada una imagen de la Virgen. Este hallazgo plantearía un serio problema: ¿la Virgen pertenecería a Vicálvaro o a Vallecas? Para resolverlo se decide crear una hoguera. Al pueblo donde fuera el humo se le negaría la posesión de la imagen. El humo fue hacia Vicálvaro, quedándose la Virgen en Vallecas (en la ermita de Nuestra Señora de la Torre, erigida en la zona del cerro donde se encontró) y recibiendo los vicalvareños el mote de ‘ahumaos’, apodo que en la actualidad se sigue usando”.

El Cerro Almodóvar ha sido zona de extracción continuada de sílex, con actividad minera en la época medieval, moderna y contemporánea. Se usaron bloques de sílex de la zona en las cimentaciones y construcciones de Madrid (incluida su muralla) hasta el siglo XIX y ha sido explotado como mina subterránea de sepiolita hasta que se agotaron las reservas.

En el Cerro Almodóvar son aún visibles restos de la Guerra Civil. Desde este punto elevado se vigilaba para controlar la carretera de Valencia. Y se han encontrado casquetes y metralla, así como un búnker en una ladera del cerro, que sirvió de defensa republicana (Álvaro Anula).

La Escuela de Vallecas

En 1927 Alberto Sánchez y Benjamín Palencia se plantean la renovación del arte español frente al arte de vanguardia instalado en París. En una serie de paseos al Cerro Almodóvar, que denominan “Cerro Testigo”, deciden fundar la Escuela de Vallecas. Buscan el reencuentro con el paisaje castellano, al igual que los pintores de la Generación del 98. Con el tiempo, se unen a ellos otros artistas, Lorca y Alberti, entre ellos. Con motivo de la Guerra Civil se dispersan hasta que, al finalizar esta, Benjamin Palencia vuelve a aglutinar a un grupo de estudiantes de la Escuela de Bellas Artes, discípulos de Vázquez Díaz, que rememoran la experiencia anterior.

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