Por Concha Párraga, Marisa Gascón y Patricia Carlavilla, enfermeras de los CS Campo de la Paloma y Ángela Uriarte, y del Servicio Móvil Madrid Positivo
Una de las grandes lacras del siglo XXI es el sedentarismo. Nuestros trabajos van asociados muchas veces a una pantalla de ordenador y nuestro ocio se ve acompañado un poco de lo mismo. Esto hace que cada día nos movamos menos. Nuestro organismo necesita mantenerse activo en cuerpo y mente, y la única manera es decir adiós al sedentarismo.
Cada etapa de la vida debe ir acompañada de algún tipo de actividad física. Si nos centramos en la edad adulta, debemos sentarnos un poco, respirar y reflexionar para saber qué podemos hacer para obtener un poco de tiempo propio destinado para el ejercicio físico. Y no tiene por qué ir asociado a un gimnasio o a unas clases de natación o de otro tipo de actividad. Hablo de mover el cuerpo, de hacer actividad consciente y dirigida por y para nosotros mismos.
A modo de ejemplo, podemos reflexionar sobre cómo llego a mi puesto de trabajo. La mayoría de nosotros usamos el trasporte público o el privado. Si es así, podemos pensar qué manera tenemos para combinar eso con un poco de paseo antes de entrar. Por ejemplo, si voy en bus o en metro, podemos bajarnos una o dos paradas antes para poder caminar al menos 20 minutos cada mañana. Así mismo, podemos hacer lo mismo cuando regresamos a casa. Nos servirá para hacer ejercicio, para reflexionar sobre nuestra jornada laboral y, por supuesto, para llegar mucho más relajados y con ganas de tener tiempo de calidad con nuestra familia.
Otro hábito que podemos adquirir es no usar el ascensor o por lo menos no en todo su recorrido. El uso de escaleras en un magnífico ejercicio cardiovascular. Si viajo en metro, podemos usar las escaleras normales en lugar de las mecánicas.
Según la OMS, deberíamos hacer un mínimo de 15.000 pasos diarios. Esta actividad es muy fácil de comprobar con una pulsera de actividad o con una de las muchas aplicaciones que existen para los teléfonos móviles.
También podemos de manera muy sencilla hacer pequeños ejercicios de fuerza. No hace falta tener ni pesas ni mancuernas, tan solo un par de botellas de agua de litro y medio por ejemplo que nos servirán a modo de pesas para poder hacer ejercicios de bíceps o tríceps, o un palo de escoba para hacer bien unas sentadillas o trabajar la cintura escapular o cintura pélvica.
Rutina diaria
Os propongo una rutina diaria: paseo de aproximadamente una hora al día, subir y bajar escaleras como si en total subiéramos 15 pisos, ejercicios de bíceps y tríceps con botella (tres series de 15 repeticiones) y, por último, hacer tres series de 15 sentadillas.
Nuestro cuerpo nos grita y muchas veces no queremos escucharle. Pero si os detenéis, os dice: “menos sofá y más zapatilla”. Así que vamos a hacerle caso y todos juntos vamos a desgastar zapatilla y decir adiós al sedentarismo.