
Por Fernando Bódalo
Vallecas amaneció con la memoria despierta. Desde primera hora, la estación de Entrevías-Asamblea de Madrid se convirtió en un umbral simbólico al inaugurarse el sábado 8 de noviembre la exposición ‘Entrevías Lugar de Memoria Democrática’. Entre trenes que iban y venían, se reunieron autoridades, representantes de instituciones nacionales e internacionales, comisarios, activistas y vecinos. Todos ellos, convocados por un mismo propósito: celebrar el inicio del proceso para declarar Lugar de Memoria Democrática el conjunto formado por Peironcely 10, la Plaza del Fotógrafo Robert Capa y la parroquia de San Carlos Borromeo.
Tras una breve intervención de la Comisión, el Delegado de Gobierno en Madrid y ADIF, los comisarios guiaron a los asistentes por un recorrido que unía memoria, fotografía y resistencia. Esta exposición se podrá visitar en los andenes del apeadero de Entrevías -Asamblea de Madrid durante unos seis meses aproximadamente. A continuación, invitados y público se desplazaron hacia Peironcely 10, precedidos por el ritmo vibrante de la batucada del colegio público Javier de Miguel. El barrio, desde sus aceras, respondía con curiosidad: la memoria también se escucha cuando la música abre el camino.
El Centro Pastoral San Carlos Borromeo fue testigo del paso de las autoridades, y poco después se inició el acto central frente a la fachada que, hace casi nueve décadas, Capa convirtió en símbolo universal. La música de José María González “El Mami” sirvió de apertura emocional para un acto conducido por Uría Fernández, coordinador de la Plataforma #SalvaPeironcely10, quien dio la bienvenida a todos y recordó que la lucha colectiva ha sido decisiva para llegar hasta aquí.

Tomaron la palabra voces esenciales: el párroco Javier Baeza; Cristina E. Uquillas, representante de los inquilinos; los presidentes de las asociaciones vecinales La Paz y La Viña, Paco Carazo y Manuel Martínez; y Mariano Hoya, presidente de la Fundación Manuel Fernández-Lito. Cada intervención fue un hilo distinto que, al entrelazarse, dibujaba la historia de un barrio que nunca se resignó al olvido. La Asociación Vecinal La Paz subrayó su satisfacción por el reconocimiento formal del valor histórico y democrático de estos espacios, recordó su compromiso con la memoria a través de su exposición ‘Historias de Entrevías’, y reafirmó su defensa de estos lugares como espacios de cultura, memoria y vida comunitaria frente a los viejos y nuevos fascismos.
La plataforma volvió a hablar a través de Juan Miguel Sánchez Vigil, quien reivindicó que la memoria democrática se construye con historias vivas y con la defensa firme de los espacios que las contienen. La música de ‘El Mami’ regresó como pausa y alivio para el espíritu, antes de dar paso a las voces internacionales: el director del Museo de la Ciudad de Leipzig, en representación del alcalde, y la directora del Archivo Robert y Cornell Capa del ICP de Nueva York, quienes subrayaron el valor universal de Peironcely 10 como testimonio de la infancia en guerra y como símbolo contra la barbarie totalitaria.
La lectura del Manifiesto Robert Capa, a cargo de Christoph Kaufmann y María Olivera Zaldúa, resonó como un acto de compromiso público. La memoria histórica, dijeron las palabras, no es un archivo cerrado, sino una exigencia constante.

Tras la clausura oficial, la calle se transformó en fiesta. Una verbena popular tomó el relevo del acto solemne: chocolatada con churros y porras, orquesta Vallekana Bin Ban, baile de swing, espacio fotográfico y talleres infantiles llenaron de vida un lugar marcado por el dolor del pasado, demostrando que la memoria también puede ser celebración y comunidad.
Espíritu obrero, resistente y solidario
El encuentro concluyó con la certeza de que el espíritu de Vallecas, obrero, resistente, solidario, había tejido un día inolvidable. Gracias a la colaboración de la parroquia de San Carlos Borromeo, las asociaciones vecinales La Paz y La Viña y la Fundación Manuel Fernández-Lito, el acto fue mucho más que un protocolo institucional: fue una reivindicación de dignidad. En este día, perfectamente planificado y exitoso en cuanto a la organización y participación vecinal, faltaron los políticos que no tienen voluntad de recuperar nuestra memoria, esos que todos sabemos, y que “pondrán todos los palos en las ruedas” a este proyecto. Pero el barrio y su historia es imparable
En Peironcely 10, la historia volvió a respirar.
Y junto a ella, un barrio entero prometió custodiarla.







