Por Olivia Anders
En las calles de Madrid, el clamor por una vivienda digna resuena con fuerza. Movimientos sociales, asociaciones vecinales y organizaciones sin ánimo de lucro se han unido para defender el derecho a una vivienda accesible y segura, regulado en la Constitución Española. La capital española, al igual que otras grandes urbes del país, enfrenta una crisis habitacional sin precedentes, caracterizada por precios inasequibles, alquileres inestables y la especulación inmobiliaria que dificulta el acceso a una vivienda. Esta afecta a todos los estratos sociales, especialmente a los jóvenes, personas en situación de vulnerabilidad y familias de ingresos medios y bajos. La subida desmesurada de los precios de alquiler en la última década y la falta de políticas públicas efectivas para regular el mercado inmobiliario han puesto a miles de personas al borde de la precariedad. Hoy en día, el precio medio del alquiler en Madrid alcanza máximos históricos, superando el salario mínimo interprofesional y complicando la posibilidad de ahorrar o planificar un futuro estable.
Uno de los factores que ha agravado esta situación es la presencia de ‘fondos buitre’, que han adquirido gran cantidad de viviendas para destinarlas al alquiler a precios inflados o para uso turístico, generando beneficios a costa de la estabilidad habitacional de los madrileños y madrileñas. Estos fondos, con gran capacidad financiera, compran propiedades que solían ser viviendas asequibles para la clase trabajadora, limitando la oferta de alquiler accesible.
Al cierre de esta edición, el piso más económico en alquiler en Puente de Vallecas es un estudio de 26 metros cuadrados por 580 euros al mes y en Villa de Vallecas, un piso de un dormitorio por 800. (Datos extraídos de un famoso portal de vivienda).
Ante este panorama, los ciudadanos madrileños han tomado las riendas de la lucha por una vivienda digna. Colectivos como la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM), la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), el Sindicato de Inquilinos de Madrid y otros movimientos de barrio han organizado concentraciones, manifestaciones y acciones para exigir medidas concretas de protección al inquilino/a y el acceso a una vivienda accesible y de calidad.
Las demandas del movimiento se centran en cinco pilares clave: regulación de los precios del alquiler para evitar su continua subida, que desestabiliza la economía de miles de familias; protección frente a los desalojos a través de una moratoria o limitación, especialmente en casos de vulnerabilidad social, con programas de realojo que garanticen la continuidad del acceso a la vivienda; aumento de la vivienda pública, con una mayor inversión pública en la construcción de viviendas sociales; control de la especulación inmobiliaria, con políticas que limiten la acción de fondos buitre y otros inversores especulativos en el mercado residencial; y apoyo a los colectivos vulnerables, a través de políticas habitacionales que prioricen a los jóvenes, personas mayores y familias en situación de riesgo de exclusión social.
El futuro de la vivienda en Madrid
La lucha por una vivienda digna en Madrid no es solo un tema de actualidad; es una problemática que afecta a toda la sociedad y que, de no resolverse, podría derivar en un mayor aumento de la desigualdad y exclusión social. La capital española se enfrenta al reto de establecer un equilibrio entre el crecimiento urbano, la protección de sus habitantes y el derecho constitucional a una vivienda digna.
En este contexto, el movimiento por la vivienda digna se mantiene activo y cada vez más organizado. Con una combinación de protestas, movilización digital y propuestas legislativas, los colectivos continúan presionando a los poderes públicos para que tomen medidas más contundentes y efectivas. En Puente de Vallecas la semana previa a la masiva manifestación del pasado 13 de octubre, las asociaciones vecinales convocaron una asamblea abierta al barrio, en la que participaron alrededor de 50 personas, vecinos y vecinas y representantes de diferentes movimientos sociales. Entre las propuestas de organización a futuro había unanimidad en cuanto a que el problema de la vivienda no es puntual, y que la lucha debe ser constante y a largo plazo. De ahí surgió la Asamblea de Vivienda Digna de Vallecas, actualmente organizándose para llevar a cabo acciones en el distrito.