Por Pedro Lorenzo
Primera comedia de Goldoni que forma parte de la ‘Trilogía della villeggiatura’ (Trilogía del veraneo), donde hay enredo, celos, amor y mucha impostura. Familias burguesas que, a pesar de estar en bancarrota, o al borde, gastan más de lo que tienen y se afanan por aparentar. La historia se sitúa a finales del siglo XVIII en Livorno donde los protagonistas van a pasar las irrenunciables vacaciones a la Toscana con unos equipajes en los que llevan de todo: viandas, bebidas, juegos de mesa, incluso se llevan a algún gorrón divertido para amenizar las veladas, amén del servicio.
Recoge los momentos previos a esa huida del calor, dejando una ciudad vacía en la que solo se quedan los pobres. “La soledad es el principio de la melancolía.” Es una obra muy divertida por su ritmo y colorido, pero deja traslucir la hipocresía y miseria económica y moral de una gente que no quiere perder el tren de estar a la última ni alejarse de los pudientes.
Comedia elegante de enredo del maestro Goldoni en la que: “dos galanes están enamorados de una misma mujer, dos damas rivalizan por estar a la moda, criados que no salen de su asombro, padres que no entienden nada y amigos gorrones, completan el cuadro de personajes de este ocurrente y elegante divertimento”.
Es una obra coral en la que los personajes Leonardo (Rafael Ortiz), Giacinta (Elena Rayos), Ferdinando (José Ramón Iglesias) o Paolo (Manuel Pico) rozan la perfección, con el resto de elenco a un gran nivel. Lo mismo que el vestuario de Lorenzo Capriles, muy acorde al momento histórico; la escenografía, que provoca una sensación de amplitud; y la iluminación clara y acertada de Miguel Ángel Camacho, más la adaptación musical del próximo director del Teatro Español, Eduardo Vasco, quien también firma la versión y dirige esta comedia con gran acierto. Comedia realista italiana del veneciano y padre de este género, Carlo Goldoni.
Aire fresco, música y luz entran de nuevo por Las Naves del Español. Una comedia recomendable para todos los públicos y gustos desde el más exigente al más neófito.