Una idea que sigue creciendo diez años después

La
La "familia" de la Asociación En La Brecha "Arropando Esperanzas", al completo.

ROBERTO BLANCO TOMÁS.

Como es bien sabido, Vallecas es un barrio de iniciativas. Iniciativas que surgen de los vecinos, que con esfuerzo, imaginación y capacidad de adaptarse a las diversas situaciones, consiguen dar respuesta a los problemas y así construir, día a día y pasito a pasito, un barrio mejor. Un buen ejemplo lo constituye la Asociación En La Brecha “Arropando Esperanzas”, que a través de la recogida, reciclaje y venta de ropa, calzado, menaje, etc. a precios solidarios, pretende echar una mano en la inserción laboral de personas con dificultades para acceder al mercado de trabajo. Con diez años de historia, en la actualidad cuentan con 21 personas contratadas, el equivalente a una mediana empresa, y todos los indicios apuntan a que el crecimiento va a continuar.

Manuela Plaza, secretaria de la asociación, nos cuenta su historia, que comienza en el año 2007 “y es la iniciativa de una persona, Mari Carmen Mateo, que había vivido una experiencia similar en Logroño. El proyecto lo inicia ella, apoyada por gente de cinco parroquias del barrio, el Arciprestazgo de San Pablo. Al principio todas las personas eran voluntarias, se reciclaba y se recogía la ropa en la Parroquia de San Cosme”. Obviamente, la recogida de ropa supone que hay que hacer algo con ella, darle salida, “y desde ahí se empieza montando la tienda de Pedro Laborde, donde ya se contrata a una persona el primer año”, explica.

Nuestra interlocutora identifica “dos objetivos claros: por un lado reciclar todo lo que se tira, y por otro crear puestos de trabajo para personas de inserción laboral”. La cosa va en aumento, por lo que se suma al proyecto “el local de Río Esmeralda, más como almacenillo. También se ve que hay que salir de la Parroquia de San Cosme, porque la ropa lo inunda todo, así que se van cogiendo naves para almacenarla… Hasta ahora, que estamos en el polígono de Vallecas”. Pero la actual ubicación está lejos de ser definitiva, ya que cada vez llega más y más ropa: “Ahora mismo tenemos una nave de 200 m2 —continúa Manuela—, pero tenemos que alquilar una más grande, porque ya está llena. Estamos buscando una de 800 m2”. Y es que la respuesta de la gente supera cualquier pronóstico. La asociación cuenta en la actualidad con 25 contenedores, la mayoría de ellos en parroquias. Para darle salida tiene dos tiendas, sirviendo además a otras dos asociadas a En La Brecha en régimen de autoempleo “que están en mucha relación con el proyecto y en sintonía con sus principios, aunque tienen su propia dinámica”.

Trabajo y compromiso

La tienda de calle Pedro Laborde.
La tienda de calle Pedro Laborde.

Todo esto, claro, no ha ocurrido por arte de magia. Manuela nos explica que los inicios fueron duros, y que el trabajo ha sido enorme. “Además, salvo Mari Carmen, el resto de personas no tenía experiencia previa. Hubo que ir inventando y aprendiendo sobre la marcha”, confiesa. Una excelente labor, gracias a la cual el proyecto hoy está más que consolidado. Esto ha sido así “a base de compromiso por parte de la junta directiva y de la gente”, nos dice Nacho Navarrete, educador social, que se encarga de coordinar la nave y la primera fase de los adultos que entran al proyecto, y que apunta que lleva “poquito” tiempo en la asociación. Nacho destaca, además del trabajo, el “cómo” se trabaja con las personas en riesgo de exclusión, pues evidentemente “aquí no es como las empresas, sino que el compromiso con cada caso es total”. En este sentido, incide en las tres vertientes del proyecto: la ecológica (el reciclaje), la laboral (la inserción de personas en el mercado de trabajo) y la social (cubrir necesidades básicas en el barrio, en este caso la ropa, que se ofrece a un precio que cualquier vecino puede pagar). Nacho explica también que detrás de todo esto hay personas, los trabajadores: “se pretende que todos conozcan el itinerario del proyecto, desde pasar por la nave hasta ir en la furgoneta o atender en la tienda”. Como se ve, todo muy bien estructurado para que las personas que acceden a este proyecto vayan paulatinamente adquiriendo una dinámica que les permita acceder al mundo laboral.

Algunas claves

Preguntamos a Manuela cuál es la clave para que un proyecto como éste se consolide: “lo primero, tener un proyecto que sea viable. Luego, un grupo de gente detrás que le dedique tiempo. Y ya más a nivel personal, ponerte en la piel de todos lo que comienzan, para así poder irlos empujando en este itinerario que acaba de explicar Nacho, y que al final puedan convertirse en profesionales preparados para el mundo laboral”. Esto es importante: “Aquí, las personas están tres años, y después tienen que buscar trabajo en otro sitio. Nosotros hacemos también un seguimiento, y si tenemos posibilidades les mandamos a otras bolsas de empleo, pero el proyecto está para que la gente arranque de la situación en la que está, no para que se perpetúe… Además, siempre tenemos gente esperando para entrar”.

La nave se está quedando pequeña.
La nave se está quedando pequeña.

Todo lo que se obtiene se utiliza para crear puestos de trabajo, algo necesario además por el propio crecimiento del proyecto. Por ejemplo, “ahora mismo nos estamos planteando que tendríamos que tener otra furgoneta, con otro conductor y otras dos personas que vayan con él”, nos confirma Manuela. El problema actual, según nos cuenta, es que “ahora estamos en un volumen difícil de gestionar por una junta directiva. Estamos en ese momento en el que habría que crecer más, porque se puede, pero tendremos que dotarnos de otra estructura”. Para ello, la idea “es convertirnos en una empresa de inserción laboral. Hacerlo nos permitiría estar en el marco que tenemos que estar, y también acceder a subvenciones de la Administración. Ahora mismo no tenemos subvención de nadie: nuestro proyecto se mantiene a sí mismo”.

Terminamos con un mensaje de Manuela a los vecinos, recordándoles que “las dos tiendas que tenemos, en Pedro Laborde 81 y Río Esmeralda 12, están esperándoles, para que vengan a comprar todo lo que quieran. También, si tienen cosas que ya no utilizan, que nos las lleven, porque se les va a dar una segunda vida… que todos necesitamos tener una segunda vida, incluso las cosas [risas]”. Y no menos importante: que “éste es un proyecto de gente de Vallecas para Vallecas”.

 

Más información y contacto

  • Teléfonos: 91 303 05 76 / 636 839 353.
  • Tiendas: C/ Pedro Laborde, 81 / C/ Río Esmeralda, 12
  • Web: enlabrecha.es
  • Correo-e: arropandoesperanza@hotmail.com
  • Tiendas Asociadas:
    • “La Boutike” (C/ Cardeñosa, 12)
    • “Borra tu Huella” (C/ Mesón de Paredes, 51)

 


Fotos: En la Brecha (portada); RBT (siguientes)

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