Comer bien sale caro

Piramide alimentaria

OPINIÓN.

Somos muchas personas en todo el Estado las que no podemos cubrir nuestras necesidades más básicas y las de nuestras familias: alimentación, agua caliente, luz, gas, ropa, un techo digno… y que nos organizamos en diferentes colectivos para poder cubrirlas. En esta ocasión hemos querido hablar sobre la alimentación: uno de los proyectos dentro de la Red de Solidaridad Popular de Puente Vallekas es la Despensa Solidaria.

¿Por qué lo llamamos “Despensa Solidaria” y no “Banco de Alimentos”? Fácilmente pueden confundirse o mezclarse los dos términos, pero nosotras preferimos el de “Despensa Solidaria”. Por una parte, el término “banco” está asociado a la acumulación de bienes (en este caso alimentos), mientras que el término “despensa” se asocia a la provisión de alimentos para su consumo en una necesidad futura. Además, lo hacemos de forma colectiva, solidaria y equitativa: cada cual aporta lo que puede y recibe lo que necesita.

Pero no solo necesitamos productos alimentarios no perecederos, nuestras necesidades a cubrir son mucho más amplias: productos de higiene y limpieza, productos para bebés, alimentos frescos y perecederos… Y es en éstos en los que nos centraremos hoy.

La importancia de una dieta equilibrada

Una dieta equilibrada debe tener hidratos de carbono, proteínas, grasas y vitaminas en diferentes porcentajes. Además hay que tener en cuenta las diferentes etapas de la vida de una persona y las situaciones especiales (como un embarazo o una enfermedad crónica) a las que también tenemos que hacer frente. En muchos de los productos no perecederos que tenemos en nuestra despensa solidaria encontramos parte de los nutrientes que necesitamos para cubrir nuestras necesidades alimentarias diarias. Pero, ¿realmente cubrimos todas?

Según un estudio de Creu Roja, una familia formada por dos personas adultas y dos menores necesita más de 500€ al mes para poder alimentarse correctamente. Teniendo en cuenta que la Renta Mínima de Inserción en Madrid es poco más de 650€ al mes y que, además de los gastos en alimentación, las familias tenemos que pagar el alquiler/hipoteca, comunidad, la luz, el gas, el agua, ropa, productos de higiene y limpieza, material escolar… las cuentas no nos salen.

La realidad es que, en nuestro barrio, muchas familias no podemos hacer frente al gasto que supone una dieta equilibrada y variada. Es mucho más barato un bollo que una pieza de fruta, pero la calidad de sus nutrientes no es para nada igual. Un bollo tiene muchas más calorías, pero no los nutrientes de calidad que necesita una niña o un niño para crecer saludablemente.

La falta de nutrientes adecuados y una dieta no equilibrada y variada tienen diferentes consecuencias graves en nuestra salud:

— Aparición de caries, por el exceso de azúcares y falta de higiene.

— Obesidad, por el consumo de comidas más baratas pero con menor calidad nutricional.

— Enfermedades derivadas del déficit de vitaminas (que encontramos en frutas y verduras) como raquitismo, escorbuto, encefalopatía de Wernicke, distintos tipos de anemias…

— Enfermedades derivadas del déficit de proteínas (que encontramos en carnes, pescados, huevos, productos lácteos, arroz, legumbres…) como anemias, edemas, dificultad en la cicatrización, falta de crecimiento y maduración de los órganos si se da en la infancia y la adolescencia…

Y un largo etcétera de enfermedades asociadas a la falta de alimentos frescos en nuestra dieta.

La importancia de la Soberanía Alimentaria

La Despensa Solidaria es la herramienta para contrarrestar la imposibilidad de muchas familias de llenar sus neveras. Pero nuestra vista va más allá. En el lado opuesto a esta dificultad que sufrimos muchas y muchos, está el despilfarro de comida en hogares, supermercados, restaurantes, locales de ocio… la exportación de productos desde otras partes del planeta, la destrucción de la biodiversidad local por la implantación de plantaciones no autóctonas… lo que tiene un gran impacto medioambiental y por tanto en nuestra salud.

Desde la Red de Solidaridad Popular apostamos por el consumo de productos locales, de cercanía que minimicen, dentro de lo posible, la contaminación que conlleva su transporte. También el consumo de productos de temporada, que aportan mayor cantidad de nutrientes, son más saludables al no necesitar de productos químicos que aceleren su crecimiento, son más baratos… entre otras ventajas. Además podemos encontrarlos en los pequeños comercios del barrio, nuestras vecinas y vecinos que hacen frente a las grandes superficies, que saben de sus productos y atienden a sus clientes con un trato más personal.

Concienciar, colaborar, consumir con responsabilidad, apoyar a pequeños comercios y de cercanía, así como proyectos en el barrio, es una buena manera de crear redes, hacer juntas el barrio que queremos y, sobre todo, salir en la medida de lo posible de la rueda de consumo capitalista a la que muchas veces nos vemos arrastrados.

RSP Puente de Vallekas

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